Domingo 11:00 p.m - Agustín.
Deje mi celular a un lado intentando conciliar el sueño, pero se me hacía imposible. Una noche más, mi cabeza daba vueltas pensando en Carolina. Esta vez, prácticamente era por una foto que acababa de ver en su instagram, ella abrazada a Fausto en la cual se notaba que eran algo más que amigos. Suspiré de la bronca, intentando calmarme porque sabía que si hoy en día no estábamos juntos era nada más ni nada menos que por mi culpa, por estar con Agustina.
Me rendí con mis intentos de dormir y agarré mi celular, para mandarle un mensaje a Carolina. No sabía si era lo correcto, tal vez Fausto lo veía antes y se arruinaba todo, pero no podía guardarme más lo que sentía.
« No es mi intención molestar a esta hora, pero realmente necesito que hablemos. ¿Podemos vernos mañana? Te prometo que es un rato nada más.»
Los minutos parecían eternos, me quedé en su chat esperando a ver si por lo menos se ponía en linea pero nada. Claramente no iba a contestarme, seguro estaba con él y no tenía tiempo para mi. Solté mi celular rendido pero para mi sorpresa, en ese instante sonó.
« Salgo del ensayo de Aladdin a las 10 de la noche, podemos vernos un rato después de esa hora.»
Sonreí sintiéndome más que contento ya que realmente Carolina había aceptado verme, ni siquiera había tenido que insistir. Le contesté para coordinar como nos encontraríamos y luego me fui a dormir contento, sabiendo que por fin iba a verla, después de tantas noches pensando en ella.
Lunes 10:30 p.m.
Estaba en la puerta de la casa de Carolina, todo me traía tantos recuerdos que no podía dejar de sonreír. Estaba intentando armarme de valor para tocar el timbre pero para ser sincero estaba un poco asustado, ¿qué era realmente lo que iba a decirle? ¿Que odio verla con Fausto y que en realidad, nunca quise a Agustina sino que siempre la quise a ella? Borré esas ideas locas de mi cabeza y por un impulso, toqué el timbre de su casa.
He intentado no llamarte, he intentado no buscarte y aquí estoy, frente a ti.
-Hola, Agus. -Me saludó en cuanto abrió la puerta, estaba igual de hermosa que siempre. En su cara se veía el cansancio del ensayo, también un poco en su ropa ya que estaba vestida de entre casa y con el pelo recogido, menos un pequeño mechón que caía en su cara. - ¿Te vas a quedar ahí parado sin entrar mucho rato más? -Me preguntó soltando una risa, ya que yo no había reaccionado desde que abrió la puerta.
-Perdón, perdón. -Le contesté riendo mientras pasaba mi mano por mi nuca, un poco nervioso.- Hola, Caro. -Respondí esta vez mirándola y ella me sonrió, corriéndose para dejarme pasar.
Entré y me puse a observar el living de su casa, el cual me traía tantos recuerdos que estaría horas contándolos. Solíamos juntarnos con el resto de los chicos a ver Soy Luna o simplemente a reír, como también solíamos venir solos nosotros dos a disfrutar de nuestra mutua compañía y a estar juntos.
- Agus, no quiero sonar grosera pero ¿puedo saber a qué viniste? -Me preguntó un poco tímida, parándose en frente mío y sacándome de mis pensamientos.
Se que ahora tienes otra vida, que el te da lo que tu pidas. Juro que lo intenté.
- Antes de tocar el timbre, estaba pensando en eso. Mis ganas de verte nublaron mis pensamientos anoche y mandé ese mensaje. -Comencé a hablar y sabía que lo que estaba diciendo no tenía sentido.- La pura verdad es que te extraño, Caro. -Admití y luego suspiré al ver su cara de sorprendida.
-¿Eso es lo que tenías para decirme? No puedo creerlo. -Sonaba realmente indignada, hasta con bronca se podía decir. Pero tenía toda la razón, fue un impulso muy estúpido.- Te recuerdo que no fui yo quien se puso de novia de un día para el otro, si explicación alguna. -Me dijo eso casi que a los gritos, como si fuera algo que se tenía guardado hacía tiempo.
-No tenía sentido que estuviéramos juntos. -Respondí tranquilo, intentando calmar la situación.- Realmente vos mereces algo que yo no puedo darte, y bueno Agustina estaba tan desesperada por estar conmigo que se acomodó a todas mis intenciones. -Comencé a explicarle, sonaba tan estúpido que hasta me avergonzaba.
-Vos no sabes que es lo que yo quiero o merezco, Agustín. -Definitivamente ella seguía enojada y no pensaba calmarse, al menos por ahora.- Ya sé que nunca estuvimos en una relación, que simplemente la pasábamos bien juntos como algo más que amigos pero no te puedo explicar lo que fue para mi ver como te alejabas de mi sin razón y al poco tiempo ver que estabas con ella. -Parecía que iba a llorar, y era por mi culpa. Claramente no la merezco, diga lo que diga.
-Te juro que creí que lo hacía por tu bien. Agustina estaba literalmente desesperada por estar conmigo y yo notaba como entre nosotros empezaba a haber algo más, no quería lastimarte y pensé que mis sentimientos por vos no eran tan fuertes. -Comencé a elevar mi tono también, sin saber por qué.- Pero te veo con Fausto y simplemente quiero ser él. -Admití en voz alta y vi que la cara de Caro era de total sorpresa.
-Pudiste 'ser Fausto' -Me contestó haciendo comillas con sus dedos.- Pero ya sabemos como terminó la historia. -Continuó hablando y me acerqué a ella, poniendo mis manos en su cintura para atraerla a mí.
Tu sabes que nos atraemos amor, y siempre terminamos tu y yo. A escondidas, vamos llenando los segundos con caricias.
-Decime que en este momento no sentís nada y te juro que me voy. -Le dije sin responder lo que me había dicho, mientras mis ojos estaban fijos en los de ella que no decía absolutamente nada.
-Agustín...- Murmuró corriendo su mirada de la mía, y sonreí al notar que no podía negarlo.
-Yo sé que te pasa lo mismo que a mi, Caro. -Me acerqué a su rostro cada vez más, logrando que nuestros labios se rocen.- Por este momento, imaginemos que estamos los dos solos y completamente sin compromisos. -Le sonreí sin alejarme de sus labios y ella cerró sus ojos, noté como intentaba ocultar su sonrisa pero no pudo.
A escondidas, imaginando que tenemos otra vida.
-Pensé que ya no generabas estas cosas en mi. -Me admitió abriendo sus ojos volviendo su mirada a los míos.
A escondidas, nos encontramos en secreto cada noche y a escondidas, que no daría porque tu fueras solo mía.
-Me alegra que siga pasando.-Le dije y subí una de mis manos a su rostro para unir sus labios con los míos, al principio el beso era bastante acelerado y brusco, con esto parecía que los dos gritábamos cuánto nos extrañábamos. Después el beso comenzó a bajar su intensidad y era completamente suave y tierno.
A escondidas nos besamos recorremos cada esquina de nuestra habitación
-Para, Agustín. -Me freno después de haber estado varios segundos besándonos. Sus labios estaban un poco hinchados por lo que sonreí, la extrañaba tanto y me volvía tan loco.
-¿Qué pasa Caro? -Le pregunté alejando mi vista de sus labios para mirarla, y al notar que su mirada estaba un poco triste comencé a acariciar suavemente su mejilla.
Mañana pediremos perdón pero hoy lo hacemos una y otra vez
-¿Qué estamos haciendo? -Me preguntó un poco angustiada.- ¿Y Fausto? ¿Y Agustna? - Esta vez su tono era un poco más de preocupación.
-No pienses en eso ahora, después veremos qué hacer. Pero por ahora, imagina que tenemos otra vida. -Le respondí intentando calmarla y volví a besar sus labios, con temor de que ella me rechazara pero no fue así.
No era correcto lo que hacíamos, los dos en el fondo lo sabíamos. Moría porque Caro realmente fuera mi novia pero yo sabía que eso por ahora no iba a suceder, así que quite esos pensamientos de mi mente y disfrute de esta noche en la que estábamos completamente a escondidas, imaginando que tenemos otra vida.
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➳ One Shots
Fanfiction¡Bienvenidas! En esta obra hago one shots de parejas tanto reales como ficticias. Personajes y/o actores de la serie de Disney Soy Luna. Pueden hacer sus pedidos en los comentarios. ¡Gracias! 🧡