G.usto en volver a verte

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Un rayo de sol interrumpió mi sueño y pestañeando desperté con calor, pese a que estábamos entrando al otoño, las temperaturas aún no bajaban, de ropas ligeras y por las noches solamente sábanas, incluso sin nada, me costaba conciliar el sueño, ahora era de mañana y apenas había descansado debido a mis actividades con Jaebum... El chico aún dormía plácidamente, su respiración era tranquila y parecía que todo iba bien en sus fantasías, envidiaba su profundidad, su cuerpo templado alcanzaba a darme más calor de lo que ya tenía con el sol, me quedé un buen rato junto a él y sonreí como un idiota mientras recordaba todas las cosas que estábamos pasando. Decidí levantarme para ir a tomar una ducha y cuando intenté pararme un dolor intenso pude sentir en mis caderas, luego una punzada aguda en el coxis hizo que me impidiera caminar y liberara un quejido de dolor cayendo al suelo sin lograr haber dado un paso, el ruido que provoqué hizo que Jaebum se despertara y cuando me observó, se paró de inmediato y se agachó hasta mi altura agitado.

- ¡¿Qué pasa Youngjae, estás bien?!

Con una expresión de dolor me restregaba la parte de atrás, donde terminaba la columna, e intentaba responderle.

- Mm, s – sí.

- ¿Dónde te duele? ¿Te caíste muy fuerte? Déjame ver.

- N – no, sólo necesito levantarme de a poco...

- De acuerdo.

JB me tomó de los antebrazos y ambos comenzamos a levantarnos lentamente, me observaba atento y luego, a mis extremidades inferiores para que no cayera nuevamente, entre tanto, seguía quejándome y en un nuevo dolor, caía, pero esta vez, Im me sostuvo de inmediato, me sentó en la cama y agachándose me miraba desde abajo con una expresión demasiado dulce, una faceta que jamás había descubierto y que ahora estaba extremadamente sorprendido y feliz de poder tenerla.

- ¿Quieres que te traiga una compresa caliente para el dolor o un parche? Esos siempre funcionan.

Lo miré con reproche y empujándolo levemente respondí ansioso y avergonzado.

- ¡Es por tu culpa!

- ¿Q – qué mía? ¡¿Por qué?! – sonrió

- Tú, tú sabes...

- Lo siento, fui demasiado duro anoche.

- ...

El chico se acercó a mi rostro y con ambas manos tomó mi rostro y se concentró entregándome una mirada austera, demasiado tranquilo, sonrió y en la más absoluta simplicidad me besó tranquilamente, me dejé caer sobre la cama y con un quejido interrumpí nuestro beso, pero ambos reímos y continuamos montando nuestros labios aún resecos por la mañana.

Me levantó con cuidado y tomándome de la mano me llevó al baño, comenzó a llenar la tina y colocó sales y jabón espumoso, me miró impuro y poniendo su lengua entre los dientes, se acercó a susurrarme.

- Con este baño se te quitará todo el dolor, te lo aseguro.

- E e- es... ¡¿En serio?!

- ¡Vamos jamás lo hemos intentado aquí!

- ¡Estás de broma, me duele demasiado el cuerpo!

- ¡Pero el agua caliente te aliviará!

- Lo dices porque no te ha tocado... ¡No es justo!

- ¿Quieres hacérmelo? – sonrió aún más –

- ¡N – no, estamos recién empezando el día, no seas así!

LoveMe LeaveMe * 2Ja3 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora