LoveMe LeaveMe * 2Ja3 *

A.h... terminemos

Jackson apretó sus labios y tragó saliva con sus ojos penetrantes, Mark sin mirarlo avanzó empujándolo suavemente hasta la salida del dormitorio. Me quedé empuñando la frazada y se me formó un nudo en la garganta, sentí pena y confusión, realmente era una situación extraña, mi corazón, mi mente y mi cuerpo, estaban repartidos por todas partes.

Sentí cerrarse la puerta principal y un silencio profundo presentí por toda la casa, decidí salir hasta la sala de estar, y ahí estaba, sentado en la entrada, apoyado en la pared con las manos en la cabeza, su aura era deprimente e intenté no molestarlo tomando mis zapatillas, me senté a su lado y comencé atar los cordones sin mencionar ninguna palabra, sentí un ligero suspiro y cuando lo observé unas lágrimas caían sobre sus mejillas hasta el piso, sorprendido sentí una gran angustia y dejando de lado mis zapatos lo abracé dándole unas palmaditas. Mi amigo pronto se separó y con la manga de su polerón se secó el rostro y sin mirarme aún, se quedó serio, estático y pálido. Me levanté para acomodar mis zapatillas en los talones y tomé mi mochila.

- Después nos vemos hyung...

- Sí.

Tan pronto cerré la puerta tras de mí, un pequeño dolor se quedó en mi pecho, ahora estaba más triste y confundido, ¿Cómo podían pasar tantas cosas a la misma vez? Estaba perdido en tantos pensamientos que mientras caminaba por las calles topaba con algunas personas, otras me empujaban y no me importaba, sin darme cuenta cruzaba mal las calles.

- ¡¿A caso quieres morir idiota?!

- ¡Lo siento!

Los pitidos de motos y autos ahuyentaban mi inconsciencia intentando reaccionar, me había pasado todo el día vagando por el centro de la ciudad y ni siquiera había visto el celular o había pensado en el último mensaje de él...

Decidí correr bajo la tormenta que aún no se iba de la ciudad, ya iban dos días y no habían noticias de que el clima mejorara, tal vez, me sentía de la misma manera y todo iba de mal en peor, la lluvia me empapó nuevamente y mi resfrio había brotado. Subí las escaleras y jadeando ingresé la clave de entrada al apartamento de Jaebum. Abrí sigilosamente la puerta y me quité las zapatillas, caminé hacia la cocina y tomé agua, exhalé mirando alrededor y relamiendo mis labios observé la mesa de centro; habían botellas de vino, soju y unas latas de cerveza, el cenicero estaba lleno de colillas; cojines en el suelo; las cortinas cubrían el ventanal gigantesco; y una luz tenue apenas alumbraba el lugar; me acerqué y divisé en el suelo su chaqueta de cuero negra y siguiendo al pasillo de su habitación estaba su polera blanca, y junto a ésta, observé una camisa azul a cuadrillé. Llegué a la puerta que estaba entreabierta, el olor a cigarro invadía mi nariz e intentaba respirar tranquilo, pero mis manos sudaban y mi corazón comenzaba a acelerarse, decidí abrir lentamente y ahí estaba, todo oscuro... aunque... pude distinguir dos siluetas... juntas... respirando lentamente. Ya eran las ocho de la noche y mi corazón estaba oscurecido, antes de actuar, intenté tomar valor con todas mis fuerzas y ser firme, ¿Pero cómo podía hacerlo si jamás había tenido una relación amorosa con alguien y menos cuando me había engañado? Sí, engañado, estúpido de mí. Encendí la luz y Jinyoung se quejó apretando sus ojos bostezando, Jaebum se estiró y exhaló quejándose.

- Jinyoung ¿Qué pasa...

Todas sus ropas estaban tiradas por todos lados, el ambiente era agrio, pesado y ambos estaban con el torso desnudo, despeinados y con los labios resecos. Descolocado, con mis ojos vidriosos, abrí la boca para protestar pero mi voz no existía, Jaebum abrió bien sus ojos y sobresaltándose miró a Jinyoung, me observó y pude comprenderlo sólo con su rostro descompuesto, Park sorprendido, pero conservando su compostura, fue el primero en dirigirme la palabra.