1985
Cerró la puerta de su habitación con brusquedad. Estaba harto de oír siempre las mismas cosas, las mismas frases; "Como desearía que fueras tan capaz como el Capitán América", "Eres una decepción", "Su única preocupación era salvar al país, la tuya es sólo las chicas con las que saldrás, cuánto beberás o a qué fiesta irás".
Comenzó a tirar todo lo que había en su escritorio al suelo para tratar de calmar su enojo, para tratar de no salir de allí y golpear a su padre por hacerlo sentir tan débil, tan inútil. Varios fueron los minutos para que logre calmarse por completo. Lavó su cara, peinó su cabello, tomó su campera de jean y salió de allí.
Estaba a punto de llegar a la puerta cuando la voz de su madre lo detuvo.—¿Dónde irás, cariño? —Tomó su juvenil rostro y lo acarició mientras se miraban a los ojos, ella se veía triste, casi tanto como él. —Quédate en casa, podemos almorzar lo que gustes y ver alguna película luego —Una risa grave salió de los labios de Tony. Le divertía la preocupación de su madre, como le afectaba algo que no debería. La amaba como a nada.
—Lo lamento, madre. Pero no quiero estar aquí —Le besó la frente y luego la abrazó —Prometo volver temprano
Ni bien se subió al auto, prendió un cigarrillo que fumó en pocos minutos. Si bien ya no tenía aquella impotencia, sí tenía mucho estrés encima. Estaba cerca de su destino, un bar, cuando recordó a Lena. Giró el auto de manera brusca, ganándose insultos y bocinazos y se dirigió a la casa de su mejor amiga.
Bajó del descapotable en casi un salto y con paso confiado caminó por el camino hasta la puerta. Suspiró y tocó dos veces. No pasaron ni dos segundos cuando se vio siendo abrazado por una mujer.
—¡Anthony! —Exclamó esta separándose del joven para luego llenarle de besos en la mejilla. —No venías hace mucho tiempo. El martes fui a tu casa a tomar el té con tu madre pero...
—¡Tony, Hola! —Tony sonrió aún más cuando vió allí a Lena con sus característicos labios rojos. —¿Qué haces aquí?
—Bueno, me iré a cocinar. Saludos a tus padres, Tony —Cuando la mujer se fue, la chica abrazó a su amigo con fuerza. Le sorprendió que él haya correspondido de igual manera, incluso más fuerte. Aquello no era común, no era usual que sea tan cariñoso. Lena supo que algo ocurría pero decidió no decir nada.
—Me preguntaba si querías ir a la colina a pasar el rato y hacer lo de siempre, ya sabes —La chica asintió rápidamente y fue a buscar su camisa para pasar el día en su lugar favorito.
A pesar de que Tony era mujeriego ya desde mucho antes de los 20 años, nunca había intentado nada con Lena. No porque no le parezca linda, todo lo contrario. Para él, era de las chicas más lindas que había conocido. Le encantaba, pero no quería arruinar la amistad. Además, sabía que a ella le gustaban más reservados, menos como Tony, en verdad.
Se llevaron algunas cervezas, sándwiches, dulces y, por supuesto, una radio.
En el camino a la colina sólo se dedicaron a cantar a todo volumen las canciones de INXS mientras sus cabellos volaban con el viento y sus ojos se cerraban con relajación. Ni bien llegaron, se sentaron frente a la ciudad y con la radio en alto, comenzaron a comer.
Se contaron lo sucedido en la semana. Lena había tenido días duros en el trabajo, le exigían demasiado para ser una simple mesera, hubiese seguido estudiando pero sus ahorros servirían para otra cosa, no para la universidad, a diferencia de Tony, que no necesitaba ahorrar.El sol ya se estaba poniendo y los dulces de habían acabado. Tony se encontraba mirando el amanecer con la cabeza apoyada en las piernas de Lena, que con una mano bebía de su cerveza y con la otra le hacía masajes en el cabello al chico, que no pudo evitar mirarla embobado por tanto tiempo que las mejillas ajenas comenzaron a colorarse con fuerza.
—Ya, Stark... —Le miró riendo mientras este sonreía ampliamente y volvía su mirada al hermoso paisaje.
No hablaron durante minutos. Él sólo pensaba y ella bebía. —¿Lo de siempre? —Preguntó sin más.
—Lo de siempre —Afirmó.
Ya era hora de volver a casa, al otro día ella tenía que trabajar y él seguir diseñando para su padre. Se subieron al descapotable y con la música baja, tomaron el camino para la ciudad. No hablaron mucho. Lena se acurrucó a su lado y, como en la ida, sólo cantaron.

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MARVEL ONE SHOTS
FanficOne shots escritos por mí. La mayoría de los personajes pertenecen a Marvel.