Recapitulando lo descubierto

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  Como ya tenía el capítulo hecho, decí subirlo de una vez ^^ ♥ 

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-¿Bebé? Amor, ¿dónde estás?- Se escuchó desde afuera de la habitación. –Taemin, dime que no pasaste todo el día en la cama...- La puerta se abrió.

Taemin definitivamente había dejado de respirar. Esto no podía estar pasando. Pegó más sus piernas contra su pecho, observando al hombre bajo el marco de la puerta. No es que tuviera algo en contra de Minho, no le conocía en lo absoluto, así que no podía juzgarle. Sólo que no entendía cómo fue a casarse con el primo de su novio. No lo comprendía, ni siquiera le hablaba. ¡Mucho menos llevar una relación que algún día pudiese terminar en eso! ¡Una unió legal!

-¿Tae? ¿Qué ocurre?- Minho se consternó, acercándose. -¿Te sientes mal? Puedo llamar al doctor Kang, le pediré que venga y...

-No...- Taemin le detuvo, atreviéndose a alzar la voz con alarma. –Me siento bien...- Se retrajo sobre la cama.

-¿Seguro?- Minho se acercó lo suficiente como para poner su mano sobre la frente del menor. –No tienes fiebre, así que te creeré por ahora.- Comentó firme. –Bien, vamos a la cocina, traje la cena.- Le sonrió, tendiéndole la mano para que la tomara y pudiera ponerse en pie.

Taemin le miró con algo de desconfianza, aceptando la ayuda. Pero le soltó de inmediato en cuanto se puso en pie. Era raro interactuar de ese modo con alguien a quien no conocía. Le siguió en silencio, con la mirada gacha, hasta llegar a la pequeña mesa de la cocina.

-Yo sé qué te hará sentir mejor.- Minho le sonrió, sacando las cajas de comida de la bolsa que había dejado en la mesa. –Compré comida tailandesa.

-...Es mi favorita...- Murmuró por lo bajo. Eso era algo que sólo las personas cercanas a él lo sabían.

-Lo sé, bebé. Sobretodo la de la 4ta avenida. No por nada me hiciste comerla un mes seguido, después de que perdí aquella apuesta.

Taemin contuvo el aliento. Ese restaurante aún no estaba abierto...Se suponía que iría con Siwon a la inauguración...Gimió, entendiendo que eso debía ser considerado ya como pasado. Pero no lo podía aceptar, no aún. Tal vez si le decía a Minho sobre la situación, él podría ayudarle.

-Oye...

-Tae, sé que estos días han sido difíciles...Pero saber que me estas apoyando con esto...Gracias.- Minho le miró, con una sinceridad total. -No tienes idea de lo feliz que me hace saber que estás conmigo, a pesar de los momentos difíciles.

Taemin cerró su boca. ¿Cómo mencionar que él no era su Taemin? Además, parecía no ser un buen momento para hablar sobre un viaje en el tiempo. Probablemente aquel hombre le tacharía de loco. Se encogió de hombros, buscando sentarse en la mesa, mordiendo el interior de su mejilla izquierda. Oficialmente podía decir que su vida era un desastre; un desastre que se armó solo en veinticuatro horas. No tenía cabeza para nada más que pensar en el gran lío en el que estaba metido.

-...¿Amor?- Minho acercó un plato al menor, notando el sospechoso silencio. –Estás extraño.

-¿Lo estoy?- Taemin comentó sarcástico. No podía comer, así que sólo empezó a jugar con la comida en su plato.

-Entiendo, es fin de mes...- Minho exhaló, recargándose en el respaldo de su silla. –Bebé, tienes que empezar a terminar tus escritos a tiempo, no te hace ningún bien trabajar a marchas forzadas cuando sabes que te queda poco tiempo antes de entregar tus escritos.

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