Narras Tú.
Me senté de un golpe en la cama,
temblaba. El sonido espeluznante de las
llaves en la puerta me aterrorizaba,
estaba inmóvil, sin saber que hacer.
-Llegó mi fin- Pensé, mi mente me
atormentaba, era mi peor enemiga, y lo
sabía.
Podía asegurar que era Ronny el que se
encontraba detrás de la puerta, así que
me puse los zapatos, ya que odio andar
descalza, solo con calcetines.
Recordé que tenía una cuchilla dentro de
mi ropero, y sin pensarlo la tomé, ya nada
importaba, no permitiría que Ronny se
adueñara de mi, ni de mi cuerpo.
Espere a que entrara a mi habitación, con
la luz apagada, a la cuchilla detrás, en mi
espalda.
-Ahí estas preciosa, ¿Me esperabas?-
Dijo cerrando la puerta, y con una sonrisa
pervertida en su rostro, me daba
muchísimo asco.
Sus ojos azules se acercaban despacio
hacia mí, pero retrocedí.
-Ronny, aléjate- Dije con la voz firme, no
le temía.
-Con calma, solo quiero hablar- Dijo en
un tono bajo.
Me senté en la cama, todavía escondiendo
mi arma. El se sentó en frente de mí.
-¿Sabes que te ves hermosa con ese
pijama?- Dijo sensual.
-No te pregunté- Dije.
-Eres tan seca ____(TN), me irritas-
-¿Eres idiota o que? Intentaste violarme,
ubícate.- Dije
-No empieces- Me amenazó
-¿No empieces? Sabes bien que puedo
contarle a Natalie o a James- Dije
mirándolo a los ojos.
Noté como se me acercaba, intentando
besarme pero retrocedí, intentaba
juguetear con el borde de mi ropa
interior, pero lo detuve.
-¡¿Qué haces?!- Dije sobresaltada.
-Vamos,____(TN), vamos a jugar un rato-
Suplicó.
-Estás loco, vete de mi habitación de
inmediato- Le dije
-Se que no resistirás- Dijo
Me tenía acorralada, y no sabía que
hacer.
La cuchilla rozó mi espalda, provocando un
pequeño corte, por el cual grité.
-¡Aaaaah!- Me sorprendí.
Sangraba, Ronny se apartó de mí.
Me levanté, poniendo una mano sobre el
corte, y me dirigí al baño, era un corte de
más o menos dos centímetros nada más,
así que me coloque una vendita.
Ronny aún estaba ahí parado, mirándome.
-¡Sal ahora mismo!- Dije sin levantar el
tono, no quería que mis tíos escuchen.
-¿Y si no que?- Dijo desafiante
De un segundo a otro estaba tumbada en
mi propia cama.
-Suéltame, suéltame ahora, Ronny-
Forcejeaba pero no podía con el.
-Serás mía, y Niall no estará para
impedirlo- Dijo perverso.
-No hables de Niall, no lo nombres,
maldita sea, suéltame – Dije aun
intentando que saliera de arriba mio, pero
fue inútil.
Desabrochaba su pantalón, y las lágrimas
mojaban mis pómulos, no podía
defenderme con un hombre de cuatro
años más que yo, por más que intentara
cien veces.
-Suéltame desgraciado- Dije llorando.
-¿La princesa tiene miedo?- Dijo
-¡Basta!- Dije empujándolo y corriendo
hacia la puerta de la habitación.
Corrí hasta que me atrapó de nuevo.
-Eres tan difícil, y … deliciosa- Dijo
susurrando en mi oído.