Narras Tú.
Continuaba llorando, y suplicando que me
deje.
Me dejo caer en el piso de mi habitación,
mientras salía por la puerta.
Había caído de nuevo, había vuelto a ser
débil otra vez.
Corrí al baño, con la cuchilla en la mano,
e intenté hacer cortes en mis piernas.
No es la solución al problema pero el dolor
es insoportable. -¿Es necesario?- Se
preguntó mi mente, claramente era
necesario, pero como la vez pasada,
temblando, arrojé la cuchilla lejos de mí…
A la mañana siguiente, desperté y fui
inmediatamente a la cocina, donde se
encontraban James y Natalie.
-No voy a ir por hoy al colegio, me siento
mal, no descansé ayer- Mentí
-¿Qué te pasa?- Dijo James tomando un
sorbo de café.
-Me duele mucho la cabeza- Mentí de
nuevo.
-Ve a acostarte, tómate el día y no te
preocupes, avisare a tu colegio que no te
sientes bien- Dijo Natalie mirando a
James.
-Gracias- Dije mirando al piso.
-Descansa- Dijo James.
Corrí a mi habitación, y me acosté,
dispuesta a no despertar nunca. 08:00 am,
no iría al colegio, no tenia ánimos
suficientes, no quería soportar las burlas
de mis compañeras, ni darle explicaciones
a Celine, necesitaba descansar.
Me sentía tan débil, entrañaba a mi
familia, cuanto amor recibía, pero ahora,
ahora me encontraba en un infierno.
El sonido de mi celular me despertó, 12:50
del mediodía.
Me había dormido profundamente, pero el
sonido de la ‘baja batería’ me bajo a
tierra, y me hizo sentarme en la cama.
Era tardísimo, nadie había notado que no
fui al colegio, ni siquiera Niall.
Me metí al baño, me lavé la cara, y me
cepillé los dientes, luego salí y me cambié
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Mi mente me atormentaba cada vez más y
más, llevaba casi una semana en esta
casa, y quedaban siete meses, siete
malditos meses, que parecían nunca
acabarse.
