En ese momento pasaron una gran
cantidad de alumnos dirigiéndose al
salón de clases. Entre ellos supongo
que también Celine.
Esos chicos y chicas pasaron haciendo
gran escándalo, planeando su fin de
semana por lo que pude oír, y
localizando sus miradas en Niall y en
mí, obviamente, no faltaron los
comentarios, los cuales me dolieron,
pero no tomé mucha importancia esta
vez.
De repente, una persona alta y delgada
se posó delante de nosotros. Era la
secretaria del director, traía una
planilla en la mano, posiblemente para
anotar nuestros nombres, para luego
poder sancionarnos.
—¡Tú! — Dijo señalando a Niall.
—¿Sí? — Respondió el, mirando hacia
ella.
—¿Cómo era tu apellido? No lo
recuerdo.— Soltó.
—Horan.— Respondió mirando al suelo.
—Niall Horan…— Susurró mientras
anotaba su nombre. —Y tú ____ (Tn)
____(Ta) — Agregó.
—¿Nos van a poner una amonestación?
— Preguntó Niall tímido.
—Posiblemente, ya saben como son las
reglas… no se preocupen. Los vendré a
buscar en unos minutos, primero
déjenme hablar con el docente.— Dijo,
y entró a nuestro salón.
¡Genial! El día que supuestamente iba a
ser hermoso se convirtió en todo un
desastre.
—Tus tíos no harán problema por esto,
tranquila. — Dijo Niall mirándome a los
ojos.
—Lo sé, ¿pero.. tus padres?—
—Tampoco, ellos saben como se
manejan aquí en el colegio…—
Después de unos minutos la secretaria
salió y nos entregó un papel a cada uno,
pero la letra era imposible de leer.
—Deben traerlo firmado por sus padres
el lunes, ¿si?— Dijo.
—Mis padres están de viaje…—
Agregué.
—¿Tus tíos pueden firmarlo?—
Preguntó.
—Si, claro.— Dije, y la secretaria
asintió con la cabeza para luego
retirarse.
Estábamos intentando descifrar lo que
estaba escrito, pero la letra era un
desastre y no entendíamos
absolutamente nada.
Niall me miró y sonrió.
—¿Qué pasa?— Pregunté sonrojada.
—Nada…— Dijo pícaro.
—Vamos… dime.—
En ese momento la secretaria volvió a
acercarse a nosotros.
—Olvidé decirles algo, se pueden ir a
sus casas, y llevarán la falta el día de
hoy, lo siento.— Dijo con la voz un
poco triste.
—¿Qué?— Preguntamos a coro Niall y
yo.
—Lo siento mucho…— Dijo y
desapareció nuevamente,
Niall se puso de pie y extendió su brazo
para que tomara su mano.
—¿Qué haces Niall?— Pregunté
extrañada.
—Dame la mano.— Insistió.
—¿Delante de todos?— Pregunté
asombrada.
—Si, yo te quiero y no me importa lo
que los demás digan, vamos, si
quieres…—
Tomé la mano de Niall para ponerme de
pie y nos dirigimos a la salida.