¿Alguna vez han tenido uno de esos días donde parece que todo te sale mal y que el universo está conspirando para arruinarte la vida?
Daehwi tenía uno de esos.
Todo había salido mal desde el momento en que abrió los ojos.
Por la mañana su despertador no sonó. Despertó diez minutos antes de que pasara su transporte y aún con todos sus esfuerzos por alcanzar a llegar, cuando estaba a punto de llegar, el bus se habia ido sin tomar en cuenta sus gritos.
Llevaba los zapatos desabrochados, la chaqueta a medio cerrar, no se había lavado los dientes y se topó con la linda sorpresa de que estaba lloviendo, aunque no demasiado.
Suspiró cansado y se paró en el paradero para arreglar un poco su ropa.
Tendría que esperar el próximo, y necesitaba llegar temprano, tenía prueba en la mañana y el profesor acostumbraba a dejar afuera a todos aquellos que llegarán tarde y ponerles la nota mínima.
Pero como este era un horrible día. El transporte pasó cuarenta minutos después.
Daehwi llego tarde, lo dejaron afuera, tendría la nota mínima. Y no llevaba guantes, bufanda o gorro. Su chaqueta era lo único que lo protegía del frío.
En el desayuno se le cayó el te. En el almuerzo no le alcanzó para lo que quería comer.
Y en la última clase lo regañaron por hablar.
Daehwi intentaba mantenerse positivo a pesar de todo, pero el mundo no se la estaba dejando fácil.
Al salir, llovía a cántaros y el no tenía paraguas.
Era el último en salir de su escuela ya que lo dejaron castigado, y tuvo que limpiar el salón.
Estaba solo y helado.
Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y corrió hasta el paradero más cercano a esperar un bus que lo llevara a su casa.
Se llevó la sorpresa de que estaban arreglando la calle así que debía esperar transporte una calle más allá. En donde no había paradero sino un gran árbol. Que lo único que hacía era que las gotas a hicieran más grandes y lo mojaran más.
Habían unas seis personas además de él y todas con paraguas.
Daehwi estaba empapado totalmente. Le castañeaban los dientes del frío y sólo quería llegar a su casa y dormir para olvidar este asqueroso día.
Con lentitud, debido al frío, se acercó a la acera para ver si venía el bus que debía tomar.
Justo en ese momento paso un taxi frente a la posa de agua frente a él y lo lleno de agua sucia hasta las rodillas.
- Maldición - gruño en voz baja.
Aún se sentía positivo, así que suspiro y se dijo a si mismo que sólo era un mal día.
Mentalmente rogó que el transporte se apresurara. O que le llegara un milagro.
Daehwi cerró los ojos y formó un puchero, su mejor arma para las malas situaciones.
De pronto ya no sentía las gotas en su rostro. Confundido abrió los ojos, y subió la mirada, encontrándose con un manto negro sobre su cabeza.
Era un paraguas. Con sorpresa giró la cabeza cuando se percató de que había alguien pegado a él, que los cubría a ambos con un paraguas.
Era un chico. Más alto que el, con el cabello negro que se veía apenas debajo de su gorro de lana igualmente negro, y aunque tenía un porte imponente, sus ojos eran amables.
- No podía seguir viendo como te empapabas - le dijo el extraño.
- G-Gracias - se le atoraron las palabras en la garganta. Alguien se había preocupado por él.
- Acercate más, estas muy frío - aquel amable extraño pasó uno de sus brazos sobre sus hombros y lo acercó totalmente a su cuerpo.
- ¿P-Por qué estas ayudándome? - susurró Daehwi dejándose llevar, y acercándose inconscientemente hacia el caliente cuerpo del pelinegro.
- De hecho me siento mal por no haberme acercado antes, te estabas mojando, disculpa - el extraño tomó la mano de Daehwi para que tomara el paraguas, para luego quitarse el gorro de lana y encajarlo cuidadosamente en su mojado cabello.
- Espera, no es necesario - aunque no intentó, el pelinegro impidió que Daehwi le devolviera el gorro y hasta se tomó la libertad de acomodar los mechones mojados que quedaban fuera.
- Ahí está mi bus, me voy, toma un baño caliente cuando llegues a casa, y no te preocupes por el paraguas y el gorro, son un regalo - Daehwi tenía tantas cosas que quería decir, que se le atoraron las palabras y sólo pudo observar como su milagro se alejaba.
- ¡¿Como te llamas?! - Fue lo único que su cerebro procesó antes de que el pelinegro desapareciera en aquel bus.
- ¡Dongho!
Dongho...
Era nombre de persona ruda en su mente. Casi no calzaba con ese pequeño milagro que había llegado cuando más lo necesitaba.
La única persona que lo ayudó ese terrible día. La persona que no sólo le dejo su paraguas sino también su gorro.
Daehwi no paró de sonreír el resto del día.
Sonrió mientras iba de pie en el bus. Sonrió cuando no encontró las llaves de su casa, por lo que tuvo que esperar media hora a su madre para entrar, sonrió cuando lo regañaron por haber llegado tarde a la escuela. Y sonrió mientras dormía, con el recuerdo de lluvia, un gorro de lana y ojos amables.
💕💕💕💕
Tanta lluvia me inspira.
Nos leemos, mis panquecitos. Insiten a la gente a escribir DongHwi♡
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《Raining day》DongHwi♡
FanfictionEl peor día de la vida de Daehwi viene acompañado de una pequeña sorpresa.