La vida con SHINee ◇

XXII Supervergüenza

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-¿Que pasa? -pregunte sonriendo contagiada.

Nadie respondía. Sólo me miraban con cara de estúpidas felices.

-¿Que pasa.aa? -le insistí a Kaori jalandola de la ropa como una niñita engreída.

No me gustaba ser el conejillo. Queria poner cara de torpe también...

Jiah y Yongmi desaparecieron como dos plumas flotando en sus pensamientos.

Yo seguía ahí sin obtener respuesta alguna. No era divertido.

-Kaori. Ya basta. ¿Que pasa? -hice la cara de perrito mandon.

Me miro sonriente y sin soltar palabra alguna.

-Aish. ¡¿Que pasa?! -la agite con ambas manos- Kaori. Si no me dices ahora mismo que es lo que ocurre, prometo que te voy a...

Extendio un oscuro papel a mi cara. Lo arrebate rapidamente de sus manos y lo leí.

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-No olvides esto que estoy haciendo por ti -la mire.

No tenia ni una de ganas de estar fuera de casa en un ruidoso concierto. No me descargaba por no ser tan grosera con Kaori.

-Mi madre tenia toda la tarde libre para hablar conmigo -frunci una mueca- pero le dije que No por acompañarte. ¿Sabes lo mucho que...

-¡Ya basta! -se inmovilizo- Deja-de- quejarte. ¿Acaso ya lo olvidaste?

-Hay demonios...

-Que -solte mirando a los lados- ¿Que pasa?

-Como es que con veintiún años de edad, aún no haz aprendido a tomar la cuenta de cuando llega el día. Ese día.

La mire muy confundida.

Kaori puso los ojos en blanco y canto

-¿Andres? El viene cada mes.

Tarde dos segundos en darme cuenta, abrí mucho los ojos.

Y mire hacia atrás sigilosamente. Al parecer no habia nadie mas. Eso me tranquilizaba... un poco. Debía alejarme de allí lo más pronto posible.

Me avergonzaba mucho y aún mas no tener idea de que tan mal se veía.

Si reparaba en la plenitud del rojo sobre el blanco como en la bandera de Japón, mis pantalones por detras debían de parecer ¡corrida de toros!

-Caminare detras tuyo -me indico Kaori- ¡No hay nadie!, parece que hoy es tú día de suerte -me molesto Kaori con un guiño.

Ja ja ja, si claro.

No pasaron mas de siete segundos hasta que Taemin al mirarnos desde lejos desvío su camino y comenzó a dirigirse hacia nosotras.

Mierda.

Kaori se separó ligeramente de mi, mientras que yo me cubría lo más disimuladamente que podía.

-Hola -me saludó el chico mirando luego a Kaori.

Taemin siempre brillaba por su sonrisa, mirarla relajaba de alguna forma la situación.