XI Consecuencias

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-Gracias. -dijo Rachel frotándose el brazo. La situación era... Incomoda y ella lo único que quería era darle las gracias por haberlas traído sanas y salvas de vuelta al departamento.

-Esta bien. -respondió el, nulo- ¿como es que se les ocurrió salir así sin siquiera conocer nada de la ciudad? y Solas -sus palabras parecían un regaño, pero su voz solo sonaba desinteresada y con deseos confundidos.

Claramente si era el momento de pasar culpas, esta debía caer sobre Kaori -pensó Rey- pero no era el momento de hacerlo.

Rey sintió que sus dientes empezaban a castañear, e intento detenerlos, pero la fría brisa que anunciaba el inicio de pleno invierno nocturno, no le permitió dejar de chocar unos contra otros sus dientes.


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Al llegar de regreso a la estancia Kaori había echo una reverencia a Jonghyun y había entrado deprisa al caluroso departamento. Rey se había quedado en el umbral con el para agradecerle por haberlas ayudado... Pero las palabras correctas no lograban ser pronunciadas por sus labios, y estar empapada hasta los pies no la ayudaba en nada.

-Debo irme -declaro Jonghyun- espero que...

-¡Rey estas HELADA! -grito Yongmi cogiendo las manos de Rachel, que para horror de Yongmi empezaban a cojer un tono azulado en la punta de los dedos.

-Tenemos que entrar rápido, te va dar algo.

Yongmi preocupada por el aspecto de Rachel y a la vez horrorizada por la resistencia que presentaba su cuerpo a tan inoportuno estado. La condujo dentro de la calurosa estancia.

Y Mientras era adentrada por Yongmi al departamento, Rachel cruzo una ultima mirada con el desde el umbral de la puerta. Los ojos de ella eran deseosos y gachos, mientras que los de el eran simplemente desinteresados...

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Mi yo de hace tres meses tal vez se reiría de como me comporto ahora -pensó Rachel-

Las inclinaciones de cabeza, los gestos y las nuevas formas de hablar no habían echo excepción con Rachel. Tan solo en unos meses se habían amoldado a su nueva ella.

-¡Tadan! -Kaori se hallaba emocionada y encantada con los muchos estilos de vestidos que habían por escoger.

El que usaba era el vestido N6 del grupo de 23 vestidos que había separado y declarado como "Posibles compras". Era Un hermoso vestido pegado de seda negra que le llegaba poco mas encima de las rodillas. El estilo manga cero y el color del mismo le daban otra vista a la figura de Kaori.

Kaori quería probarse todos los diseños, pero el tiempo no era alguien con quien se podía negociar.

-¿Que te parece este? Me gusta el tocado de este, pero creo que el color del anterior me quedaba mejor... Bueno... ¿Entonceees? ¿Que te parece?

-Esta... muy hermoso, me gusta.

Kaori le lanzo una mirada seria. Y soltó el aire sin ganas.

-Dijiste exactamente lo mismo con los anteriores -dijo.

La mente de su acompañante estaba enfocada en otros asuntos, y estos no involucraban vestidos, ni tacones ni accesorios.

La misma respuesta consecutiva y la falta de interés en el asunto de Rachel habían empezado a incomodar a Kaori, o incluso un poco mas.

-Lo lamento. Estaba... pensando en mis padres..., y en Jessica.

Kaori relajando sus ánimos y comprendiendo la nueva situación se sentó a su costado preocupada.

-¿Porque no los llamas? Te sentirás mejor.

Tan poco o tanto tiempo lejos de su familia, del calor y la presencia de su familia no habían sido penetrantes al principio, pero al pasar los días Rachel se hallaba desganada y melancólica.

Cualquier cosa le recordaba a su añorada familia.

Quererla tan cerca y tenerla tan lejos era muy difícil.

Las tardes eran las mas pesadas, pues era justo cuando su mente se despejaba albergando recuerdos, y era justo cuando mas extrañaba Rey a las personas de las que no se había separado tanto.

Kaori se había despertado varias veces en las madrugadas al escuchar los sollozos y llantos que Rachel trataba de ocultar para no despertar a su amiga, pero la fuerza con la que salían no le habían permitido contenerlos.

Kaori le había declarado que no era buena consolando, y se ponía nerviosa y triste al ver en ese estado a su amiga, a su mejor amiga.

En ese instante, al observar a una mamá animando a su hija a comprar una blusa en el puesto siguiente, Rachel recordó cuando salia de compras con su madre. Eran los días mas divertidos, renovar tu closet con la mujer que te dio la vida.

Entonces algo toco muy profundo en el corazón de Rachel, algo se zafó y ella sintió que su corazón se agitaba.

Aquella sensación que sientes cuando estas apunto de llorar, un cosquilleo en el corazón.

-Lo siento -se disculpo Rachel entre llantos en el hombro de Kaori.

-¿Te estas disculpando por llorar? -cuestiono Kaori con cierta mezcla de humor y pena en su voz. Pero la pena estaba ganando.

Kaori habia pensado que era una simple añoranza, cuando Rachel empezó con el tema de su familia. Pero ya habían pasado varias semanas y la cosa no hacia mas que empeorar.

Las demás no habían notado un tremendo cambio de humor en Rachel, pero si uno mínimo, o el que Rachel ya no había podido controlar.

Kaori, que conocía el estado actual de los sentimientos de Rachel. No lograba deducir ni averiguar en que se convertiría la impresionante añoranza que mostraba Rachel en su familia.

Y temía muy inconsientemente las consecuencias.

Tal vez era la única. Pero el numero de personas preocupadas -por las consecuencias y los resultados que los sensibles sentimientos de Rachel podrían concebir- podrían aumentar su numero, partiendo de diferentes puntos de interés.

La vida con SHINee ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora