V Es regro

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—Doscientos cinco... Doscientos seis...


—¡Doscientos siete!

Después de años y años de búsqueda...

15 minutos.

¡POR FIN! habíamos llegado al departamento N° 207. Kaori me miro emocionada, metió la llave y entramos a tientas con nuestro equipaje.

-Ahí. Perfecto Yongmi.

Todas alzaron la mirada.

Y con todas me refiero a las dos chicas que estaban mirándonos. Todas asiáticas. Porsupuesto.

-Hola -saludo con una sonrisa muy, pero muy amable la chica de cabello... ¿negro?

Bueno, tenia el cabello negro oscuro, y con un toque de rojo sangre. Que hacia imposible definir un color exacto y conocido... Tal vez si podría...

-¡Esto es incomodo! DEJA DE MIRARLE EL CABELLO -susurro, o mejor dicho chillo Kaori a mi oído.

-Ustedes son...

-Yo soy Rachel. Fray Rachel, pero suelen llamarme Rey.

-Y yo soy Jil Kaori.

¿Demasiado? ¿Muy formal?

-Entonces ya estamos completas. Yo soy Choi Jiah.

Ahora ya no era. la chica del cabello regro. Ahora era Jiah...

-Hola -saludo otra chica viniendo desde lo que parecia una cocina- Yo soy Kang Yo Uri.

-Y yo soy Cha Yong Mi. ¡Bienvenidas!


19

Por lo general cuando veia asiaticas y asiaticos sobre todo coreanos, me parecia que todos tenian la misma cara. No lograba distinguirlos...


¿Me quedaria así para siempre? O ¿Lograria algún día distinguir a un chino de un japonés? -me cuestionaba.

Mi padre una vez me explicó bromeando que con todos los jaladitos pasaba lo siguiente:

1) Si a un JAPONÉS le dices CHINO, se molesta.

2) Si a un COREANO le dices CHINO, se molesta.

3) PERO si a un CHINO le dices COREANO o JAPONÉS, le da igual.

Y para nosotros los peruanos, todos los jaladitos son CHINOS.

Así que... veamos.

-La del cabello regro se llamaba JIAH.

-La del cabello "negro, como el evano" y puro como el de Pocahontas se llamaba YOURI.

-Y la ultima, la del cabello rubio y ondulado se llamaba YONGMI.

¡FELICITACIONES Pequeña Fray, te ganaste una paleta sabor SARCASMO!

No sabia que pasaba conmigo.., mi cerebro estaba un poco hinchado. Pensaba en una y mil cosas a la vez.

Tal vez era el cambio de horario, que me mareaba un poco o talvez el inquietante encuentro con ese chico habia alterado a mis neuronas.


La vida con SHINee ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora