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─Hola Sofi.

─No me digas así.

─ ¿Cómo? Sofi.

─Que borde eres.

─Ya, ponte seria ─dijo estallando en carcajadas.

─ ¿Cómo quieres que este sería así?

─Pues, no me hagas caso, Sofi.

─¿Por qué quieres que esté seria?

─Dijiste que creías saber algo de Clara.

─Clara es mi prima.

─ ¿Por qué no me lo dijiste antes? ─en su rostro la sorpresa y emoción se notó.

─Es algo complicado ─dije mirando mis uñas.

─ ¿Qué puede ser tan complicado? ─tomó mis manos y sonrió mirando mis ojos─, tengo tanto que decirle...

─Está internada en una clínica de rehabilitación, no me permiten visitarla ─su expresión cambió por completo; ahora era sombría.

─Dame la dirección, iré sólo.

─Así de fácil... ya no me necesitas, sólo quieres verla a ella.

─Necesito saber qué sucedió. Ella puede tener respuestas.

─Claro, me dejarás aquí, y te irás.
─ ¿De qué hablas?

─Saldrás por la ventana en su búsqueda, obtendrás respuestas y descansarás en paz.

─ ¿Y qué importa? ¡Estoy muerto!

─ ¡Importa porque yo te quiero! ─las palabras salieron solas de mi boca y la tapé enseguida.

─Es mejor que me vaya ─dijo desapareciendo.

Mi Fantasma de Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora