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3:56am
En algún lugar hace tres años.

Estaba sentado en la barra fumando un cigarrillo, esperaba mi turno para cantar... hace días que no podía terminar mi itinerario debido a los problemas pulmonares que tenía gracias al tabaco, pero no lo dejaba por nada.

Una chica se acercó y pidió un vaso de agua. Era hermosa, su piel era trigueña, acompañada de pecas y sus ojos verdes con unas pestañas oscurisimas.

─Si cantas no deberías fumar ─dijo mirándome de reojo.

─No puedo dejarlo.

─Por mi ¿lo dejarías?

─Ni siquiera te conozco.

─Pero te parezco linda.

─De todas formas no te conozco.

─No lo negarse.

─Eres muy linda.

─Hagamos un trato.

─Dime que.

─Si yo logró enamorarte, tu dejas de fumar.

─Hecho. Y si no, te llevo a la cama las veces que quiera sin compromisos.

─Hecho ─estrechamos las manos y me sentí mejor que nunca.

─Fernando, ya debes ser Leo ─mi jefe me habló y tuve que ir.

─Por cierto soy Clara ─dijo entregandome un papel con su número.

Mi Fantasma de Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora