Reto Segunda Parte.

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Narra.....

Me encontraba con mi gato Óscar llegando a mi nueva casa, mis padres fallecieron en un viaje por las islas Filipinas, y al final he quedado al cargo de mi abuelo, él me cuidaría estas vacaciones y el resto de mi vida, bueno no tanto, puesto que ya es muy mayor.

El autobús paro en una estación y con una tarjeta en la cual he apuntado la dirección de la casa del abuelo con mi maleta, salgo del vehículo en dirección a la casa, es un barrio tranquilo y me trae muchos recuerdos de cuando era niño.

Como pensar en esa edad, que mis papas me dejarían a los catorce años.

Narró yo.

El muchacho, llego a la casa de su abuelo, pero no antes de pasar por otra casa que le llamo bastante la atención, en ella había una preciosa niña un año menor que él, de cabello marrón corto y con un suéter naranja jugando con un gato blanco con manchas marrones entre la hierba de su jardín.

El muchacho miro a la joven y su agradable risa, como se divertía con ese gato y dirigió la vista al suyo, que era un gato persa blanco, el cual estaba durmiendo en uno de sus brazos apegado a su pecho.

Narra....

Ojalá mi gato no fuera tan perezoso.

Me dirijo a la casa de mi abuelo, pero al fin llegar a la casa cuando siento como si alguien me llamará.

- Hola. - me saluda con una tierna sonrisa esa niña, es tan linda, que siento como si mis mejillas se enrojecieran, para ser sincero soy una persona muy tímida.

-.... Ho.... Hola. - respondo con timidez, mientras noto como ella se acerca a mi.

-Hola, tu debes ser nuevo en el barrio. - me dice con amabilidad. - Mi nombre es Kiwi, un placer. - extraño me ha dicho su nombre, de donde vengo no es bueno hablar con extraños pero aquí será diferente supongo, total somos vecinos. - Vaya tu también tienes un gato. - dijo mirando al señor Oscar. - que lindo ¿es un gato persa, verdad?

-Si, es verdad, se llama Óscar , saluda Óscar. - dije mientras miraba a mi gato el cual reacciono con pereza como siempre este gato no hace más que dormir y comer y sus necesidades. - perdona le es un dormilón sin remedio.

- No te preocupes, es bueno que los gatos duerman mucho, y la verdad veo te quiere muchísimo. - me responde con una sonrisa que hace que mis mejillas parezcan un horno, no estoy acostumbrado a hablar con otras personas que no sean mi familia y menos con chicas tan lindas. - ¿Oye, te presento a mi gata? Ven. - dijo y al momento la gata apareció con mucha alegría. - Se llama Mina. - dijo mientras la tomaba en brazos.

- Que tierna. - dije mientras acariciaba su suave pelaje y esta respondía con ronroneos y al instante se bajo para sobar se contra mi pierna, que tierna.

-Le caíste bien, oye ¿puedo tocar a tu gato? - me pregunta con timidez.

-Claro, ten. - en cuanto le paso a Oscar este le araña y ella lo suelta . - auuuu.

-Lo siento mucho. - este gato es un desastre ni para dejarse acariciar sirve. - perdón, mi gato suele ser muy vago como para arañar, no se que le ha pasado.

-No importa. - dice con una voz muy dulce y toma a Óscar otra vez y empieza a acariciarlo, aunque mi gato parece asustado. - Es muy suave, se nota que lo capillas a menudo, oye ¿te gustaría venir a las cuatro de la tarde a mi casa para que nuestros gatos jueguen?

-Claro, primero le consultare a mi abuelo.

-Por cierto, tengo una duda, ¿cómo te llamas. - es cierto ni siquiera le dije mi nombre.

Dibujos, Avisos y Otras cosas :3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora