Su vida iba bien, no podía quejarse demasiado o eso fue hasta que el timbre sonó en aquella fatídica mañana y descubrió con terror que nuevas responsabilidades habían sido agregadas a su rutina sin ninguna clase de aviso.
¿Cómo preocuparse por una c...
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La luz apenas penetraba por una de las rendijas dejadas por las cortinas de la ventana cuando el chico en la cama soltó un bostezo y estiró ambos brazos mientras se mantenía acostado para desperezar su cuerpo que había estado en reposo durante la noche, abrió los ojos y se sentó de forma perezosa en la cama, bostezó nuevamente y se levantó de la cama tallando sus ojos para ir al baño.
Rascó su cabeza y caminó al refrigerador para buscar algo para desayunar, observó de arriba abajo aquel aparato y optó por calentar las sobras de la comida china de la noche anterior, puso las cosas en un plato y lo metió al microondas; luego de unos minutos su desayuno estaría listo.
Era domingo, su día de descanso, normalmente no solía levantarse temprano ese día ya que acostumbraba dormir mucho para reponer las horas que no descansaba algunas veces entre semana, pero ese día se había levantado más temprano de lo normal pero no se sentía cansado, había dormido bien.
Bostezó nuevamente y escuchó el pitido del microondas que le indicaba que ya podía sacar la comida. El aroma de la comida china penetró sus fosas nasales y se le hizo agua la boca, cogió una botella de refresco a medio tomar del refrigerador y se llevó las cosas para ponerlas en la mesita frente al sofá para ver uno de sus dramas históricos; los domingos solían dar las repeticiones y aprovechaba esos días para ponerse al día si se había perdido un capítulo en la semana.
Kyuhyun estaba entretenido viendo el televisor cuando escuchó el timbre –aish, ¿quién diablos está molestando tan temprano?- murmuró fastidiado pero decidió ignorarlo, sonó nuevamente e hizo a un lado su plato -¿por qué siempre molestan en la mejor parte?- dijo levantándose del sofá, el drama estaba en la parte donde se sabría si el malo de la historia descubriría a la protagonista luego de que esta se colara en el palacio para intentar frustrar sus planes con la ayuda de una de las sirvientas, pero al parecer ahora no sabría qué pasaba y se perdería del hilo de la historia.
-¿Quién está fastidiando tan...?- protestó abriendo la puerta pero no vio a nadie, iba a cerrarla cuando vio de reojo una figura por lo que terminó volteando hacia abajo extrañado; había una pequeña niña de piel blanca, cabello castaño largo con una pequeña mochilita azul en la espalda que estaba parada a un lado de una gran maleta rosa con flores y mariposas en colores lila y azul.
-¿Que haces aquí?- preguntó confundido -y tu omma ¿dónde está?-
-Omma está en el aeropuerto, su vuelo sale a las 9:45- respondió con su vocecita.
-¿Qué?- sacó su celular del bolsillo del pantalón del pijama y sonrió con burla –es imposible, no llegará al aeropuerto en 15 minutos-
-En realidad omma me había dejado más temprano en la cafetería de la esquina y le pidió a la ahjumma que trabaja ahí que me trajera cuando el reloj dijera 9:27-
"Maldita"
Un segundo más tarde se veía a un Kyuhyun corriendo fuera de su edificio jalando de la mano a la niña mientras llevaba la maleta en el hombro para llegar a la calle y hacerle la señal a un taxista, y si, no le importó correr en pijamas cargando una maleta rosada con flores y mariposas.
