El Marqués

Capítulo 19

Los hombres fueron al despacho, Mauricio ya no soportaba guardar por más tiempo el secreto y estaba dispuesto a confezarlo todo aunque su cabeza rodará- Bueno, soy todo oídos- Victor se recostó contra la mesa y se cruzó de brazos.

-Hace tiempo en el bosque vi a su esposa, al conde y a usted, vi como discutían señor no fue mi intención escuchar su conversación, pero quería decirle que su mujer ese día sólo se desmayo y el conde la ayudo.... Y los días que salieron solos, solo iban a cabalgar y cazar nunca vi nada extraño en ellos, la señora volvía a casa luego de la cabalgata.

El marqués escucho todo lo que Mauricio le decía y sintió la ira correr por su venas, lo tomo de la camisa y lo estampó contra la librería.

-¿Cuanto te pago ese maldito para que dijeras eso?

- No señor, no me han pagado nada le juro por Bertha mi difunta esposa que le estoy diciendo la verdad, la señora y el conde son inocentes de todas las acusaciones que usted le ha hecho hoy, se lo juro.

Victor lo soltó y este cayó al suelo-¿ Por qué no hablaste ante?

- Lo siento señor, pero siempre estaba ocupado y cuando trate de hablarle, la señora volvió a la casa y pensé que todo estaba solucionado.

-Largate, sal de aquí.

-Si mi señor- El hombre salio algo aliviado por contar la verdad y conservar su cabeza y su trabajo.

Victor se encerró en su despacho y destapo una botella de whisky y empezó a beber "Debería creerle a mi lacayo, siempre ha sido un hombre honesto, me ha sido fiel y nunca me ha engañado" pensó el hombre mientras bebía directamente de la botella, pero el marqués estaba azorado después de todo lo que le dijo a su esposa, se alteró al pensar que todo este tiempo estuvo equivocado y sabia que su tortura estaba a punto de comenzar.

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Elijah que estaba con su amiga y los bebés se extraño por no ver al marqués, pregunto discretamente por el y le informaron que estaba en el despacho, dispuesto a solucionarlo todo se despidió de Amalia y se dirigió al lugar.

-Abre la puerta marqués, tenemos que hablar-

-Largate.

-No me voy a ir, es hora de hablar.

El hombre abrió la puerta y la volvió a cerrar cuando el conde entro- ¿Qué quieres?

Elijah se fijó en la botella wiskey- No deberías estar bebiendo tus hijos están a pocos paso de aquí, espero que ahora las cosas estén claras... Esos niños son tuyos y Amalia nunca te engaño ni le faltó el respeto a su matrimonio... Quiero a esa mujer con mi vida, pero siempre la he visto y la veré como una hermana menor.

¿Que paso cuando los encontré? Todas esas veces que se vieron.

-No hacíamos nada, solo cabalgabamos y nos divertiamos como buenos amigos que somos, Amalia tendría sus motivos para no contarte, el día que se desmayo ella se sentía mal y la ayude.

-Nunca se te ocurrió ser un hombre de honor y decírmelo ¿Crees que ver a la mujer de otro a escondidas es de un caballero?

-No te confundas marqués, soy un hombre de honor, pero decírtelo le correspondía a tu mujer no a mi.... No tengo más que decir, ve con ella y trata de arreglar las cosas por lo menos por esas tres crías.

-No me digas que hacer con mi vida.. Sólo sal de aquí.

-Entonces prepárate porque Amalia no se piensa quedar en esta casa, ahora si marchó.- le advirtió el conde mientras salía.