Saque bruscamente ya maleta y empecé a meter ropa, no estaba pensando solo quería ver a Mario.
-Tengo que calmarme- divo sentada en una esquina del suelo de la ducha, decidí bañarme para que los nervios me bajaran un poco, no dejaba de llorar y la ábrame iba a explotar si no dejaba de hacerlo.
Salí del baño y me puse lo primero que vi, me deje el pelo suelto y mojado y metí las últimas cosas a mi cartera, agarro mi cartera y mi maleta y salgo a pedir un taxi, al fin uno para y le digo que me lleve al aeropuerto.
¿Como estará Mario? ¿Estará bien? Tantas preguntas y ninguna respuesta... ¿Por qué no lo llame antes? Todo hubiera sido diferente, ¿O no?.
-Señorita serían...- interrumpí al taxista tirándole el primer billete que encontré.
-El cambio!!- me grita desde la ventana.
-Para usted- digo corriendo para encontrar un vuelo.
Corro por todo el aeropuerto buscando alguien que me pueda encontrar un vuelo a Florida YA!
-Señorita necesito un vuelo a Florida- digo desesperada.
-El último vuelo está a punto de salir, así que..- no la deje terminar.
-Deme ese, en cualquier silla pero ya- le digo.
La señora lo hace lo más rápido posible.
-Gate 6, ahí está tu silla, que todo mejore- dijo la señora, ¿tanto seme nota lo desesperada que estoy?.
Corro ala Gate 6, al llegar el avión ya se estaba moviendo y ya le puerta la estaban cerrando.
-Esperen!- digo mostrando mi pasaje.
El señor da unas órdenes, el avión para y las puertas se abren.
-Gracias- le dedico una sonrisa.
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Llegue a eso de las 10 de la noche, ¿Por qué me fui a vivir al otro lado del mundo?.
Estaba haciendo muchísimo frío uno había traído ningún abrigo, ya que supuestamente es Verano...
Me monté en un taxi y fui directamente al hospital.
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-Puede llevar estas maletas a esta dirección?- le dije al señor entregándole un papel con la dirección del hotel en el que me iba a quedar, ya había hecho reservaciones y ya había avisado que mis maletas llegarían y que porfavor las subieran a mi habitación.
Él asiente - Y su nombre es?- me pregunta sacando un lapicero para escribir mi nombre en el papel.
-Miana- dije.
Entré corriendo al hall principal del hospital.
-Mario Selman- dije, el estrés volvió a mi.
La recepcionista busca en su computadora y lo encuentra - En este momento está e cirugía- dice y empiezo a llorar.
-Donde puedo esperar?- digo calmada.
-Allá- señala unos asientos y a lo lejos veo a Cat.
Camino hasta las sillas y me paro junto a Cat, que está llorando.
-Todo estará bien- le dije acariciando su cabeza.
Ella alza la mirada y me abraza - Volviste...- me dice sollozando.
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Han pasado ya 2 horas y no sabemos nada de Mario.
-Y tus padres?- pregunto.
-Están en la casa, les dije que se fueran a descansar.- dice ella.
Al instante sale un cirujano - Familiares del señor Selman?- Cat y yo nos paramos.
-Si?- me acerco al medico.
-Todo ha salido perfecto, ya está en observación, ahí se quedara 1 hora y después si vemos resultados buenos lo llevaremos a habitación- suspiro, me alegra saber que Mario está bien.
-Pero...- dice el medico sacando un papel- Él ha perdido la consciencia- suelta.
-Es decir que...- dice Cat.
El médico asiente- No se acuerda de nada... Ni de nadie.- dice y mi mundo se terminó de derrumbar.
"No se acuerda de nada...ni de nadie"
"No se acuerda de nada.... Ni de nadie"
Me senté de nuevo y empecé a llorar, cuando ya todo estaba por mejorar, Mario pierde la memoria, ya no se va a acordar de mí.....ni de nuestros recuerdos, de absolutamente nada.
