Mia
Me bajo del avión, veo a mi alrededor y ya puedo decir que va a ser una vida extraordinaria, no volveré a mi pasado, me hace daño y vine aquí para vivir al máximo.
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-Miana?- me preguntan al llegar al edificio.
Abro los ojos y asiento, el señor se me acerca y me entrega las llaves de mi nuevo apartamento, le agradezco con una sonrisa y me dirijo al ascensor, cuando llega veo a un chico muy guapo recostado en el espejo, cuando se percata de mi existencia se integra y me regala una sonrisa.
-Eres nueva?- me dice con ese acento que se sabe de dónde es.
Asiento con una sonrisa.
Un momento de silencio nos invade y me entran los nervios alzo la mirada para ver por qué piso íbamos y me di cuenta que seguíamos en el primer piso.
Sonrío y marco el número 9, el se percata y hace lo mismo.
-Teníamos ganas de seguir mirándonos- dice con una risa.
Su voz es tan sexy... que digo, rara, si rara.
<<No viniste para encontrar pareja>> me recuerda mi subconsciente.
Al llegar a mi piso volteo y le regaló una sonrisa al chico.
-Por cierto, tú nombre es?- me pregunta.
-Llámame Mia- le digo.
-Llámame Alex- sonríe.
Salgo del ascensor en busca de mi apartamento, 902, no veía mi apartamento, de 901 pasaba a 903.
-Mierda- exclamo.
Veo un pasillo del cual no me había fijado y sigo por ahí, no hay apartamentos creo que por aquí no era, cuando ya me iba a devolver encontré mi número.
-Bingo- me acerco y abro la puerta.
Oh mi Dios.....
En internet no se veía así.
Tenía las paredes blancas, en la sala habían dos ventanas enormes de color marrón oscuro, la cocina era abierta y tenía otra pequeña ventana junto a un hueco que al parecer ahí va la nevera, después hay un pasillo largo y si volteas a la derecha se ve la hermosa habitación principal, era enorme, tenía una ventana mediana al lado izquierdo.
Sonrío y agarro mi celular para preguntar por mis muebles, no me contestan así que esto puede que se demore unos cuantos días. Agarro mi bolso, las maletas, mis llaves todo lo necesario y salgo por la puerta principal en busca de un hotel.
Mario
-Mario estoy cansada de tu comportamiento- dice mi hermana -Te comportas como idiota- sale furiosa de mi habitación.
Yo solamente río.
A la hora llega mi madre, cierra la puerta, se sienta junto a mi y me empieza a hablar.
-Mario, que te hizo comportar así?- me mira a los ojos.
Niego con la cabeza -No se.- miento.
-Fue ella cierto?- asiento.
Un incómodo silencio nos inunda haya que suelta - Si te vas a seguir comportando así- me mira- Vete a vivir solo.
La miro confundido y asiento, no voy a discutir eso, tanto mi hermana como mi madre están en un tipo de sufrimiento conmigo al lado, ellas están cansadas de que traiga cada día una chica diferente, y están cansadas de que no se queden a "Ver películas" solamente.
-Mañana mismo me voy- digo frío.
Ella asiente -Te quiero Mario y esto es por tu bien- me dice apoyando su mano en mi regazo, eso lo hacía Mia cuando me sentía así, cuando no sabía que hacer, es que la verdad no sé si se acuerden, si toda la historia la conozcan al pie de la letra como lo hago yo.
Al día siguiente....
Ya estaba en mi auto conduciendo a no sé dónde, no sabía que hacer, me despedí de mi madre y unas cuantas lagrimas soltamos, mi hermana? Ella solo me ignoró, mi padre me dio un reconfortante abrazo y con eso me fui.
Mi celular vibra
-Hola?
•Mario!
La voz incomoda de James suena.
-Que quieres idiota- digo molesto.
• cálmate, solo quiero saber que hay de Miana- suelta una risita maliciosa.
- no lo sé
• oí que está en Australia
- no lo sabía.
•Pensé que iban a estar juntos- ríe.
-pues no y si me estás llamando para decirme de algún modo que te la vas a tirar, pues no me importa, ya no.
•Ja, cálmate
Cuelgo.
Me incomoda saber que James va a correr por ella, no puedo hacer nada, ya que la vez que intente recuperarla ella me dejó más que claro que no me quiere volver a ver nunca, pero yo sí, siempre me pregunto si ella me piensa tanto como yo a ella, dicen que si se te viene a la mente alguien es porque ese alguien está pensando en ti, no me quiero confiar pero ojalá ella me piense y me recuerde como yo a ella, que me recuerde como su amor verdadero, su primer amor verdadero, porque fue más verdadero que todo, mis sentimientos fueron reales, y los de ella también.
