En busca de venganza

Capitulo 5

Desde Marianne.

No puedo creerlo, Amadeus había vuelto a nuestras vidas.

Había llegado para causar nuestras desgracias.

*Flash back*

-Vendrán por mi, yo lo sé -Me dijo aterrada Jenny, la madre de Alisson

-No lo harán, tranquila.

-Marianne, Quiero pedirte un favor, si algún dia no regreso, cuidalos por mi.

-Claro que si -Dije mientras la abrazaba.

Era hora de dejar las cosas en claro y que Marianne se enterara de una vez por todas lo que en realidad pasó ese obscuro 27 de octubre. Cogí papel y lapiz,me dispuse a escribir una carta...

De vuelta con Alisson.

Salí corriendo del hospital en dirección al colegio de Erin.

Rebusqué entre los niños, y apareció mi hermano.Quien corrió hacia mi.

-¿por qué no ha venido Marianne por mi?

- Veras, mami Marianne se enfermó un poquito, pero ya está bien. La vamos a cuidar mucho mucho para que no enferme de nuevo ¿Ok?

-Si, pero cuando la veré.

-Mas pronto de lo que crees.

Volví al hospital no sin antes haber dejado a Erin. En casa de Kerem.

-Buenas tardes, la señorita Marianne. -Pregunté.

-Habitacion 12, segundo piso.

Tomé el asensor, para mi buena suerte el ascensor se abría exactamente frente a su habitación.

Abrí la puerta y la encontré. Sonreí y ella hizo lo mismo.

-¿Como estás?- Dije mientras acariciaba su cabello.

-Bien Cariño.

-Me has dado un gran susto

En ese instante lágrimas comenzaron a caer de mis mejillas. Ella era mi segunda madre, no podía detener el tiempo y obviamente algún dia su corazón dejaría de latir, pero debo admitirlo ; No me veía sin ella.

-Cariño, Yo...

En ese instante entró una enfermera.

-Señorita, debe retirarse, la hora de visita ha terminado.

-Me tengo que ir -Dije a Marianne.

-Querida Yo...

-No, no digas nada, mañana te darán de alta.

No sé que quería decirme Marianne, pero no pude escucharla. La enfermera me explicó que tenía que irme por politicas del hospital.

Aunque al otro dia estaría conmigo, y cuidaría de ella.

Recibí una llamada. Era de Kerem.

-¿Hola? ¿Pasó Algo con Erim?

-No, pero sabes bien que debes contarme algo.

-Iré a tu casa en un momento.

Caminé a toda prisa por la avenida que me hacia falta por cruzar para llegar a casa de Kerem.

Finalmente llegué. Su casa no era muy grande ni tampoco tenía un timbre asi que tuve que gritar un par de veces para que Kerem abriera la puerta.

-Niña, ¿Cómo está Marianne?

-Bien, gracias por preguntar

-¿Y bien?

-¿Y bien que?

-¿Para qué te citó Black?

Le conté a Kerem desde el vestido que me había dejado en el hotel para que me "Viera mejor" hasta el hecho de que indirectamente hubiera amenazado a mi familia.

-Niña, andate con cuidado por favor, no sabemos de lo que es capaz.

-Lo unico que quiero es que Marianne se recupere. Después de eso, no quiero hablar de ese tipo, suficiente problema me ha traido.

Erin estaba casi dormido así que lo cargué tal manera que su cuerpo se recargara con el mio y sus brazos colgaran detras de mi espalda.

Como pude saqué las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta.

Encendí la luz y recosté a Erin en el sofá.

Mi cuerpo estaba adolorido.

Caminé hacia el baño, abrí la regadera, comprobé que el agua estaba tibia, me desvestí y entré.

El agua recorría mi cuerpo, comenzé a masajear un poco mis hombros.

Salí de la ducha y me envolví con una bata.

Para cuando salí Erin ya se había despertado y se había movido a su habitación. Lo miré desde la puerta, tan fragil e indefenso, como cuando tenía 4 años. Caminé hasta su cama, me senté en un lado y besé su frente.

-Descansa Angelito.