Hay varios momentos que mantienen humilde a Jimin, el primero fue cuando tenía cinco años, le dijo a la maestra que le diera un pase para ir al baño, todo iba bien hasta que no supo cómo safar los mil botones de aquel enterizo que su mamá le había puesto ese día. Terminó gritando por ayuda y todo su pequeño salón vió como mojó sus pantalones porque no supo quitarlos a tiempo. No quiso ir al jardín por dos días.
Otro momento que lo mantiene humulde fue cuando sus papás lo llevaron a una cena importante a sus doce años, y al levantarse por un vaso de agua se llevó consigo todo el mantel y la comida que ya estaba servida. Tampoco quiso salir de su casa por varios días, aunque sus padres y las personas con las que cenaron ese día le dijeron que todo estaba bien. La verguenza no lo dejó salir por un tiempo.
Jimin creía que habían muchos momentos que lo prepararon para afrontar situaciones de alto riesgo, pero justo ahora, frente al que creía era su mejor amigo, y ahora crush imposible, no tenía la menor idea de lo que tenía que hacer. ¿qué era lo correcto?
Quería correr. De hecho, sonaba muy tentador, así que solo empezó a juntar sus cosas y se preparó para correr a la minima señal de ataque por Kim Taehyung.
- Jimin.
¿Cómo miras a alguien a los ojos después de estar huyendo de esa persona por tanto tiempo?
- Jimin.
Dios, él ni quisiera había vivido tanto como para tener que pasar estos ratos tan estresantes, ¿y si mejor corría ya? De todas formas Taehyung quizá lo entendería. Él sempre entendía. Y quizá, cuando ya tuviera una respuesta a todo esto podrían hablar y sentarse a comer tranquilamente en la escuela y-
- ¡Jimin!
-¡¿Qué?!
Silencio.
Un silencio bastante incómodo se había formado. Hasta que una respiración profunda se escuchó, Jimin al fin miró a su amigo. Su gran y bonito amigo, quien sostenía el puente de su nariz y lo acariciaba, parecía estresado, no molesto. Fue ahí donde Jimin cayó en cuenta que, quizá, no era el único afectado con toda la situación. Así que también tomó una respiración profunda. Y ambos se vieron esta vez.
- Lo siento por gritar, estaba distraído y me tomaste por sospresa. No quise hacerlo. -volvió a respirar profundo y siguió, Taehyung mirandolo en todo momento.- De hecho, también lo siento por haberte ignorado todo este tiempo, no supe manejar mis emociones y solo no quise afrontar nada, hice un problema yo solo. Lo siento, Taehyung.
El de menor estatura bajó un poco la cabeza, se sentía avergonzado por haber hecho tanto drama por algo tan tonto, por no saber manejar sus emociones y explotar. Estaba tan frustrado consigo mismo, por fijarse en su amigo de tanto timpo, por haberle dicho eso a la chica ese día, por haber hecho incómoda la tarde de anime, por tantas cosas que no supo manejar. Solo quería llorar, y estaba muy dispuesto a hacerlo, pero entonces Taehyung lo abrazó.
Y todo quedó en silencio a su alrededor, y también en su cabeza. Fue como si apagaran un ventilador que hace mucho ruido.
- Jimin, no tienes que lidiar con las cosas que te atormentan tu solo. Te perdono por ser un tonto, pero me sentí un poco solo cuando te alejaste; si en un futuro tenemos problemas, no te vuelvas a alejar, mejor habla conmigo, estoy seguro que, lo que crees es un gran drama, es algo más sencillo de resolver que solo huir de mi. No siempre lo que te dice tu cabecita ansiosa es lo que debes hacer, a veces solo tienes que detenerte y respirar. Yo siempre puedo escucharte y resolver las cosas contigo. Solo no huyas, porque me duele cuando te alejas de mi de esa manera.
Jimin no sabía que decir, sentía sus mejillas humedas y su nariz picaba por el pequeño llanto que se había desatado en él. Así que solo abrazó un poco más a Taehyung contra su cuarpo.
- No volveré a huir, Tae.
- Eso espero, tonto.
Después de 3 años eh?
_Minnie.
