5 reencuentro inesperado

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Diego

El día comenzó de una forma extraña, la ventana estaba abierta y el viento soplo de una forma impresionante e hizo un caos al colarse con fuerza por mi habitación y echar a volar todos los papeles sobre mi buro. Rego hojas por doquier. Me cubrí con la cobija, no quería levantarme. Obligado por las ganas fisiológicas de ir al baño me puse en pie, un sobre se pego a la planta izquierda debajo de mis dedos, me senté en el colchón para quitarme la sensación de adherencia a ese papel rugoso y me fui al baño con el papel en mano. Ya no recordaba aquel sobre.

Sentado en la taza del baño, el punto predilecto de meditación y a veces de lectura de los hombres, abrí aquel sobre y me encontré con una carta invadida de plumas de colores, corazones y caritas felices, era de Naxy, su mensaje me alegro el día.

“Te amo loco ratón motorizado”. Siempre me decía así, nunca supe porque pero los apodos de cariño siempre son absurdos.

—Creí que había quemado todas sus cartas. Por lo visto no fue así.
Escuche a mi mama gritar abajo y cerrar la puerta de golpe. Guarde la carta, me apresure a salir, baje las escaleras y fui donde mi madre.

Ella estaba furiosa, su cara se torno roja y seguía hablando sola como loca.

—Como detesto a esas personas. ¡Pinche gente enfadosa!

Me asome por la ventana y un lujoso carro mercedes rojo se estaba retirando. No pude ver nada mas, los cristales del auto estaban polarizados. Soy muy poco observador jamás me fijo en las placas o detalles.

Regrese a mi habitación, seleccione mi ropa y me prepare a darme una ducha, estaba muy sudoroso, la noche anterior estuve muy inquieto estuvo a punto de darme fiebre y tenia pesadillas horribles.

Mientras sentía la fresca agua de la regadera deslizarse por mi cuerpo, note que no tenia bello en ninguna parte era como si me hubiese convertido en lampiño,  al menos ahorraba mucho dinero porque no utilizaba champú o rastrillos. Por momentos me imaginaba que era igual a un mono calvo.
Salí de bañarme y me puse una playera lisa color azul y unos jeans negros, hoy era mi día de descanso (jueves), no tenía ningún plan aun faltaban como dos semanas para viajar a León.

Sin nada que hacer me tumbe en la cama en total aburricion. Para estas alturas ya había visto una larga lista de series y completa Breaking Bad, así que allí estaba lanzando mi pelota de goma hacia la pared como siempre hago cuando estoy aburrido, escuche la voz de mi madre llamándome.

—Diego te buscan

¡Que raro! No esperaba a nadie. Con toda la pereza encima fui donde mi madre y me sorprendió ver a Carlos, Josué y no sé quien sea ella. Una chica los acompañaba pero no podía ver su rostro, estaba de espaldas ella traía un pequeño short negro muy pegado y una blusa ligera color melón con esos enormes tacones de plataforma. Eran mis ex compañeros de preparatoria. Carlos es un joven morenito, delgado de facciones toscas y muy alto alcanza más de metro y noventa, todos le apodaban Goliat por gigante, Josué fue mi mejor amigo en la prepa mi compañero de bromas cabello con peinado de librito abierto, blanquito, llenito, carismático y muy sonriente su aspecto no era un inconveniente para ligar porque su forma de ser lo era todo. Pero falta miguel, juntos solíamos ser el cuarteto sensación, siempre especulaban que Miguel era Gay, el tenia una serie de conflictos debido a eso. Nosotros jamás lo presionamos era nuestro amigo y lo respetábamos no importaba como fuera o lo que deseara, siempre y cuando no quisiera besarnos.
Quede frente a ellos y todos me dieron  un gran abrazo.

—Venimos a recordarte que no estás solo —exclamo Carlos.

—Eres un maldito egoísta, mira que enterarnos que estás enfermo por otros que por ti, ash como te odio, maldito perro —la voz de esa chica se escuchaba muy fingida.

Despedida de ti #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora