Tu inbox

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Naxy

Hoy no fue un gran día confronte a mis tíos por una tontería, o eso decían ellos, comenzaron a restringirme cosas, al menos tenía mis amigos libros para eludir mi realidad ¿Qué cual era mi realidad? Me convertí en una prisionera, quería salir con mis amigas del club de lectura a la feria del libro en Cintermex y conocer grandes escritores, sobre todo como me inculcaron mis padres buscar los escritores nacionales; pero no, a ellos se les hizo una pérdida de tiempo me confiscaron el i-phone y el auto.

Ya me canse de que me controlen de esta forma hasta ahora no les he fallado con mis calificaciones.

El sábado en la mañana cuando ellos se marcharon instale la aplicación de Uber en la tablet de mi tía y escape. Fue genial llegar a ese magnífico edificio enorme de convenciones, nunca había estado en un lugar igual. Desde la entrada que era un camino verde y rodeado de arboles como el jardín de un reino. Además era organizado por la universidad a la que asisto.

No sabía que libro comprar solo quería un libro invadido de fantasía que expandiera mi imaginación y mis horizontes, que me hiciera ver las cosas desde otra perspectiva, que me hiciera olvidar o tal vez romance que me hiciera suspirar, entre a una de las salas donde presentarían en breve un libro, no sabía cual sería pero me quede allí escuchando la conversación y lo maravilloso que era escribir una historia en base a tus experiencias y como estas ayudaban a otros. Sera que estos libros me ayudan a entender que debo enmendar mis errores. Compre el libro y le pedí al autor que lo firmara. Solo compre libros de autores nacionales y platique con algunos, todos ellos fueron tan amables e invadidos de una gentileza increíble, visite muchos stands incluso los libros indies, que valentía de ellos por hacer sus sueños realidad. Mi favorito fue Cartas a quien un día amé.

Salí temprano como a las seis pm y decidí caminar en esa tranquila y fresca noche por todo el paseo Santa Lucia, ese lugar me recordaba a las fotos de Venecia; si es nuestro Venecia Regio más bien mexicano, tras caminar a la orilla llegue hasta el palacio y por fin admire la belleza de aquella ciudad. Estoy sola aquí admirando maravillas ¡desearía con todas mis fuerzas que estuvieras aquí conmigo! y perdida en la fuente de Neptuno acepte que era hora de actuar.
Cuando regrese a casa de mis tíos me esperaban furiosos, por meses me restringieron el uso del internet y me pusieron una clave parental como si tuviese ocho años.

En la universidad comencé a investigar como pedir mi transferencia me iría a como diera lugar a Querétaro, si, es una decisión muy drástica pero tenía un motivo.

Días antes llame a casa y mis padres no estaban me contesto mi hermana Nicte.

— ¿Cómo estas —pregunté dichosa de escuchar su voz—, nunca me dejan hablar contigo, ya te extraño cabezona olmeca.

—No me digas así— escuche su voz quejumbrosa a través del teléfono y luego completo—, no me dejan que te hable porque ya me entere de sus mentiras.

— ¿Cuáles mentiras?
—ellos te separaron de Diego, los escuche y el es muy bueno conmigo me compraba caramelos y me llevaba al cine a ver películas ahora nadie me lleva y no es justo.

—No fueron ellos, yo quería estudiar —molesta grito al teléfono.

—Mis tíos dijeron que estudiaras en Querétaro y papa y mama no estuvieron de acuerdo, querían que te separaras de él.
Entonces hile todo, me habían hecho creer que solo viajando a Monterrey

—El otro día lo vi, Diego no se ve igual, estaba algo lejos y mama no me dejo saludarlo, esta calvo y muy flaco.
Empecé a preocuparme más de la cuenta.

—Voy a arreglar todo, no te preocupes, no le digas a mama y ¿como está la bebe?

—Ya aprendió a caminar y te lo perdiste, ya hasta habla, espera… allí vienen mis papas, adiós —colgó.

Un momento de nostalgia invadió mis pupilas, mi hermana estaba creciendo y o no estaba allí par verla. Y sobre todo algo no andaba bien con Diego.

Fui directo a la computadora, la encendí y espere para que diera inicio, abrí el buscador y teclee Facebook, por fortuna no me restringieron esa página.. Estaba decidida, puse mi cuenta anterior y allí estaba revisando el perfil de Diego y si tenía una rara foto donde estaba disfrazado de azul, casi no lo reconocí era cierto estaba calvo, todo su perfil estaba restringido. Ya no lo tenia de amigo, no había cambiado mi estado y ni publicado nada. Puse un post: Estoy de vuelta e inmediatamente mis amigas contestaron. Una de ellas me mando un inbox y al ir a la parte superior encontré un mensaje y acepte la solicitud, y me encontré la sorpresa más grande de mi vida.

Un inbox que me erizo.

“Soy tu niño especial o lo fui. Naxy, estoy asustado, nunca entendí porque te marchaste, quiero verte y tal vez besarte, soltar tu mano y decir adiós para al fin entender que todo termino.
Me gustaría verte antes de mi muerte, no desearía que vayas a mi funeral anhelo que te despidas de mi en vida…estoy enfermo y no sé si me cure, al menos permíteme escuchar tu voz. (TENGO CANCER)”

Entre en shock el sufría y yo no podía estar con él ¿Y si se enfermo por mi culpa? Abrieron la puerta de mi cuarto y salí del trance, mi tía Grace estaba molesta me vio usando mi computadora.

—Deberías de estar estudiando mañana tienes examen semestral.

—Estoy harta de que me mientan

—¿Mentirte? ¿Qué te pasa? —mi tía apretujo el rostro se hacia la occisa.
—Ustedes igual me pagarían la universidad en Querétaro pero querían separarme de Diego y ahora él se está muriendo de cáncer y yo no estoy allí con él.

Mi tía se llevo las manos a la boca y declino la vista al suelo, intento acercarse a mí, supongo que quería abrazarme, rechace su abrazo, así me calmaba mamá de la misma manera para suprimir mis sentimientos. Un abrazo se da para regalar afecto verdadero no para controlar.

—¿Quien te dijo eso? ¿Cómo te has enterado? —estaba afirmando.

—Entonces es cierto, quieren controlar mi vida. Sabes que ¡No lo harán! Me regreso a Celaya.

—Escúchate estás diciendo idioteces, esto es lo mejor puedes hacer, estamos asegurando tu vida para que nunca sufras como tus padres —estaba haciendo ademanes con sus manos bailándolas sin parar, sonaba desesperada.

—Es tan simple, si de verdad quieres apoyarme como dices, has mi cambio a Querétaro, no abandonare la escuela, iré y vendré diario a casa, a mi verdadera casa con mis hermanas y sobre todo estaré con la persona que amo ¡Si de verdad me amas déjame ir a mi hogar y no me retengas en esta jaula!

—¿Eso es lo que quieres? —estaba muy seria.

—Si —no existía mejor respuesta más honesta que esta.

—Ok, mañana voy y realizo el papeleo, siempre le dije a tu madre que esto fue una mala idea, tenlo por entendido que fue su idea y no mía.

—¿Hablas en serio? —no podía creer lo que ella decía mi corazón estallaba de alegría.

—Nunca hable más en serio —traía su bolso con ella y hurgo dentro, saco un objeto y mis ojos brillaron de alegría—, toma —lanzo mi antiguo celular— avisa que volverás a casa, allí están todos los números de tus amigos y encuéntralo.

—Creí que se había perdido —estaba inmensamente feliz.
Tome ese aparato y tenia carga.

—Siempre supe que un día te irías a buscarlo, leí todos esos wats —violo mi privacidad—, se que estuvo mal, pero de verdad se aman, además ya leí ese mensaje en la computadora y ya no vas a poder concentrarte en la escuela— volvió a abrir los brazos y esta vez con una sonrisa la abrace—. Sería muy tonto si te dejo aquí contra tu voluntad lo arruinarías todo y no podrías volver nunca.

Ella se fue, cerró la puerta con fuerza y me dejo a solas. Respondí el mensaje que era muy anterior.
“Perdóname, volveré a ti”.







Despedida de ti #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora