27. Enfrentados.- Larry Stylinson.💓 (Terminada)

Tiempo de cambios.~parte 1.

«En asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.»

(Jacinto Benavente).

La felicidad inundaba los corazones de Harry y Louis, se habían reencontrado y su amor seguía intacto dentro de ellos, aunque ahora evolucionaba y crecía al haberse liberado y verse correspondidos.

Siguieron besándose y acariciando entre risas y confesiones hasta​ que se les hizo tarde pues tenían que ir con Doris y su madre al hospital.

Louis estaba en una nube, jamás imaginó que Harry también lo amase y que había estado con Adán y Alex porque quería olvidarse de lo que sentía por él, ya que lo creía hetero.

Ese rato que habían pasado juntos en su habitación, lo traía tonto de amor, Louis sonreía todo el tiempo y se quedaba embobado mirando a Harry mientras este conducía camino del hospital.

-¿En que piensas?, estás muy callado- dijo Harry rompiendo el inmenso silencio que los invadía.

-Nada en concreto, solo admiraba tu belleza y lo mucho que me fastidia no poder seguir besándote todo el tiempo.

-Vaya quien te a visto y quien te ve Louis, hablas como un tonto enamorado.—rió Harry— si no fuese porque sé que eres actor te creería y todo.

-¿En serio crees qué te estoy mintiendo?, ¿qué no siento esto por ti?, ¿Me crees capaz de inventar que me he pasado años enamorado de ti?, ¿Harry en serio me.....?- preguntaba Louis sin control y lleno de indignación .

-¡Louis... Louis, hey respira hombre!... te estaba tomando el pelo- reía Harry.

-Serás capullo, qué susto me has dado, casi me da un infarto.—dijo Louis riéndose finalmente.

-Vaya a que va ha ser verdad que me amas y todo- continuó mofándose Harry.

-Hazza, no juegues con fuego que te quemas- dijo el ojiazul riendo y palpando pierna de Harry.

Pasaron el resto del día en el hospital entre caricias, miradas y besos furtivos y aunque sus padres y hermanos notaron su cambio repentino, no les dijeron nada pero sabían que algo ocultaban.

Tanto Louis como Harry decidieron no contarles nada por el momento a la familia, primero querían ver como les iba y disfrutar todo el tiempo juntos, además tenían que pensar en como hacer para verse más cuando volviesen a sus lugares de trabajos.

Un buen día los médicos dieron el alta a Doris y ésta regresó a casa donde sus hermanos le tenían una gran fiesta montada, un «Bienvenida campeona» ocupaba gran parte de la fachada y dentro, globos y guirnaldas no faltaban, además de un tentempié.

Estaban todos muy felices pues la pequeñas respondió muy bien al tratamiento y el primer paso hacia la cura total estaba dado.

Doris estaba muy emocionada, por fin estaba en casa con su familia, la pequeña creía ser una carga y se sentía culpable por la degradación de su preciosa madre pues el cansancio y la preocupación habían hecho meya en ella.

Unos días después pudo empezar a ir a clase aunque faltaba bastante pues tenía​ citas en el hospital dos veces por semana.

Llegaron las despedidas pues sus hermanos debían volver a sus trabajos, Harry y Louis eran un valle de lágrimas en sus habitaciones, no querían separarse pero ya eran adultos y tenían responsabilidades.

A Harry se le acabó el permiso y con muchísima pena tuvo que volver a su trabajo en una escuela de Manchester, no estaba muy lejos pero quería tener todo listo para retomar las clases.

Louis se fue días después y él si que tenía más horas de viaje hasta Londres, estaba muy triste pues aunque no era imposible si sería difícil pues a Harry y a él los separaban más de 300km, unas 4 horas de viaje pero tendrían que sacar tiempo para verse de donde fuese posible.