27. Enfrentados.- Larry Stylinson.💓 (Terminada)

Reencuentro.

«Un matrimonio feliz, es una larga conversación que siempre parece demasiado corta.»

(Andre Mourois).

Harry estaba tan feliz que su corazón saltaba de su pecho y en su mente solo se repetía una y otra vez una palabra....matrimonio...matrimonio.
MATRIMONIO...

Cogió el móvil de nuevo y marcó a Louis, cada tono era como un cuchillo que se le clavaba, ¿Louis aún lo estaría esperando?.

-Harry amor, no podía creerlo, cuando me llamaste... me has alegrado el día, la semana, el mes, el año... Toda la vida Harry. Déjame ser el protagonista de tus sueños y prometo despertarte cada día con un beso. El amor que te he dado hasta hoy no es nada comparado con él que aún tengo guardado para ti.

-Perdóname Louis por ser un tonto y un necio orgulloso, desde el primer día mi corazón no deja de latir por ti y mi mente no piensa en nadie que no seas tú, iluminas mi vida y tonto de mi te alejé, lo siento.

-No importa ya cariño. Lo importante es que estás ahí al otro lado del teléfono Harry, contestando a mi propuesta y haciéndome el hombre más feliz, te amo

-Louis quiero verte, porque cuando te miro no imagino más belleza, más ternura o más deseo, cuando te miro abandono el mundo y mi voluntad te pertenece, cuando te miro te quiero, si nunca te hubiera conocido, nunca me hubiera enamorado.

-¿Voy a cenar a casa de papá y mamá, todos están allá, ¿Te apetece hacer real la historia del hijo pródigo amor?.

-Louis tengo que presentarte a alguien, nos vemos allá, Louis te amo.

-¿A quien Harry?, ¡ Harry no me asustes amor, Harry... Harry!-gritó Louis pero Harry ya había colgado.

El rizado empezó a hacer su maleta con rapidez y luego hizo la de Yuly, quería llegar cuanto antes a casa de sus padres.

Mientras tanto en la casa de los Styles, había un ambiente tristón, sería la primera Navidad en la que uno faltara, este año Harry no vendría.

Aunque había árbol y adornos por toda la casa, luces y ponche navideño, el espíritu estaba bajo mínimas.

-Anímate amor, nuestro hijo recapacitará y volverá con nosotros hay que darle tiempo- decía Des intentando animar a Johanna, que no tenía esperanzas de volver a tenerlos a todos bajo su mismo techo.

-No soporto ver a los niños peleados, se aman con locura y están sufriendo. Creo que éstas son las navidades más tristes de nuestras vidas.

Louis llegó a casa de sus padres, estaba muy feliz y pronto la familia también lo estaría pues había una sorpresa para todos bueno no había dos.

Yuly estaba inquieta en su portador, nunca había echo un viaje tan largo en coche, así que Harry tenía que parar de vez en cuando y soltarla un poco para que hiciese sus necesidades y estirase las piernas, luego continuaban el viaje a casa de sus padres.

El ojiverde estaba muy nervioso, no sabía como lo recibirían, tenía muchas ganas de verlos a todos y sobre todo quería abrazar y besar a Louis.

Todos estaban sentados en la mesa intentando poner su mejor sonrisa, comían en silencio mientras Louis los observaba, le rompía el corazón verlos así pero no podía adelantarse a la sorpresa.

De repente escucharon el timbre y todos se miraron extrañados.

-¿Quién será?.-dijo Johanna.

Des fue a abrir y ahí estaba su hijo pequeño, el que faltaba, su Harry.

-¿Quién es papi, quién es?,- preguntaron sus hijas al unísono.

Des cogió a Harry de la mano y lo llevó al salón dónde estaban todos.

-¡Familia ya estamos todos!- exclamó entusiasmado señalando a Harry.

Todos se levantaron de la mesa y corrieron a abrazarlo, estaban muy felices todo eran lloros y risas.

Louis estaba apartado esperando su oportunidad, que no se hizo esperar pues Harry caminó hacía él sonriendo ante la mirada atónita de todos.

-¿Hola amor, podrás perdonarme por ser tan tonto?- dijo Harry acercándose a los labios de Louis.

Louis no habló, no le hizo falta agarró de las solapas a Harry atrapando sus labios carnosos que tanto anhelaba y se fundieron en un apasionado beso.

De repente se oyó un ladrido y todos se sorprendieron, Harry sonrió y fue a la puerta principal, donde estaba su equipaje y cogió a su pequeña.

-Familia os presento a Yuly, mi compañera de vida estos meses.

Las niñas corrieron a cogerla y acariciarla, la perra estaba encantaba de tantos mimos y atenciones.

-Vamos a la cocina a darle un poco de leche, ¿Podemos Harry?- preguntaron entusiasmadas.

-Si claro le encanta la leche- dijo Harry feliz.

Las pequeñas de la familia corrieron muy contentas y Yuly fue tras ellas a por su leche, a la cocina.