Segunda Noche

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De nuevo sentada en la misma banca de la plaza, leyendo un libro, volví a mirar a ese chico, ahora sólo llevaba 11 rosas, muy obsesivamente las conté. Ahora iba algo más casual, parece que aún espera a su amada (o eso creo yo), que cruel que ella no aparezca.

Entró una llamada a mi teléfono, el mismo número de la otra noche, lo registré para saber que onda con este individuo. Contesté pero de nuevo no se escuchó nada, sólo pareció que balbucearon y colgaron. Ya me tienen arta, pero como no hace nada no veo razón por la cual hacer alboroto.

Al ver que casi era hora de marcharme, como siempre fui por mi helado de limón, ésta vez el muchacho entró junto conmigo, comprando igual un helado de limón. Sigo con la tentación de hablarle pero me da algo de pena, soy algo torpe.

El chico salió antes que yo, al parecer le urge estar afuera, yo salí y noté que el chico estaba sentado en la banca donde yo habitaba, traté de sentarme en alguna otra pero todas estaban ocupadas, y me tuve que sentar a un lado de ese chico, quise hacerlo también para tratar de conversar, pero a los 2 minutos de sentarme el chico se levantó y tiró el helado, de nuevo ni siquiera lo probó.

Observé que de nuevo estaba dando rondas por toda la plaza, y que a cada minuto revisaba su celular. Terminé mi helado y fui a tomar un taxi, él se volvió a sentar en la banca, me hace sentir que tengo piojos o algo para repelerlo.

Cuando yo iba a subir a un taxi el chico llegó a formarse, no traía las rosas, creo que las tiró. Tenía una cara de decepción, pero de pronto una sonrisa se formó en su rostro y movió los labios (hablando para sí mismo), yo le entendí -mañana será otro día-.

Este chico me tiene intrigada, quisiera saber más de él, tal vez lo conozca de algún lado, espero que así sea.

El chico de las rosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora