Septima noche

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Hoy mi día no empezó tan mal, amaneció y tenia en mi bandeja de entrada un correo del chico del chat, me dejó los buenos días y sus buenos deseos, adoro a ese chico, siempre creí que sólo se conectaba de noche, parece que las cosas no son como uno lo piensa. Gracias a eso estoy exageradamente de buenas.

Gracias a Dios es domingo y estoy súper emocionada porque puedo ir a la plaza a los eventos que hay cada domingo, siempre es agradable todo eso. Hoy habrá un evento con bailes folclóricos y se me hacen encantadoras todas las vestimentas que portan los danzantes. Mis padres siempre me dejan quedarme más tiempo en la plaza así que después de eso podré leer y comprar mi nieve porque ya mejoré de la gripe.

Acabo de llegar a la plaza y ahí, sentados junto al único asiento libre estaba ese chico y su chica, me caía de la rabia, ¿Cómo había podido llevarla? ¿Por qué fueron? ¿Qué no hay otras cosas que puedan hacer? Pero ya, me tranquilice y mejor me quedé parada en la parte de atrás.

Era la única de pie y me veía extraña yo parada detrás de todos, y para aumentar mi desgracia me nombró el presentador del evento, haciéndome señas y hablando para que me fuera a sentar a la silla vacía, se me caía la cara de vergüenza, pero no me quedó de otra más que ir y sentarme. Mi chico me reconoció y me sonrió, la chica me miró de la manera mas altanera posible y me dieron ganas de soltarle un bofetón, pero soy una dama y me tranquilice.

Fue mejor de lo que creía, debido a que me encantan estos eventos puse toda mi atención en ello y no al chico sentado a mi lado, pero si noté que me miraba mucho. Fue algo incómodo pero más gracioso cuando ella le daba pequeños golpes en las costillas para que posara su vista al frente. Él se dio cuenta de mi ligera risa y reía también.

Terminó el evento y fui a la heladería rápido antes de que se llenara de gente, antes de que entrara recibí una llamada, era mi mamá diciendo que dejé mi cartera y cuando reviso mi mochila veo que así es y de la manera más resignada posible me retiro a mi banca para ponerme a leer.

Veo que la chica altanera camina de manera rápida y algo molesta a tomar un taxi, se sube y se retira, entonces veo que mi chico se posa a mi lado y dice -Ya me tenía algo exhausto- se me hizo algo grosero su comentario y se lo hice saber. Rió un poco para al final decirme que era su hermana y que se había molestado porque no dejó que se le acercara un chico, yo me eché a reír.

Empezó a charlar y me invitó a sentarme en la banca, me preguntó sobre mi libro y el por qué iba al parque todo el tiempo, hablamos una hora más o menos, hasta que recibí un texto de mamá diciendo que vuelva ya a casa, le dije que me iba a retirar y él me dijo que si no quería un helado, le comenté que no traía mi cartera y él se ofreció a pagarlo.

Me acompañó a la parada a tomar un taxi y me ofreció dinero para el pasaje, le dije que no hacia falta que le marcaría a mi mamá y le pediría que ella pagara. Sonrió y se despidió.

Fue una gran noche y aunque estoy algo exaltada por tantas emociones de este día, espero poder comprenderme, porque ese chico es lindo, aunque no lo conozco, pero el chico del chat me gusta, siento que lo conozco de hace años, aunque ni siquiera sepa su nombre... Esto es extraño y jamás me había pasado, ojalá y esto no me haga cometer estupideces.

El chico de las rosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora