Estoy algo nerviosa, bueno no, demasiado nerviosa o lo que le sigue, el chico ese me habló ayer y quisiera que lo volviera ha hacer hoy, pero me siento algo mal conmigo misma, creo que lo estoy llevando muy lejos además de que a mi me gusta (por decirlo así) el chico del chat que es como mi amor platónico, aunque casi no hemos hablado.
Estoy sentada en la banca de siempre esperando a que aquel chico aparezca, y nada... No ha llegado, supongo que ha de venir mas tarde, eso espero. Prosigo con la lectura de mi libro pero sin sacarme de la cabeza a este muchacho, ¿por qué aún no aparece?
Estoy a punto de acabar el libro y me dan ganas de volver a leerlo porque me encantó la historia, tiene una trama que te atrapa de verdad. Y mientras tanto el chico no aparece, como sigo un poco enferma he decidido no comprar nieve hoy y marcharme con la poca dignidad que me queda.
Espero un taxi en la parada habitual y cuando estaba a una persona de tomar un taxi me entra una llamada, de nuevo el número desconocido, no contesté esta vez no estoy de humor para esas estúpidas bromas, justo cuando el taxi dio vuelta en una esquina del edificio principal veo que mi chico (si, lo considero mío) se baja de otro taxi, pero ahora de la mano de una chica... Se me rompió el corazón, no lo puedo creer, él con alguien más, pero bueno, supongo que esa es la persona por la cual venia al parque todo el tiempo. Sólo espero que no se les haga costumbre venir siempre, no quisiera toparmelos y yo seguiré viniendo porque es lo que me gusta hacer y, aunque suene muy inmaduro, yo llegué primero.
Ya estoy en casa con la esperanza de que el chico del chat esté en conexión, tengo ganas de hablar con él, siempre me levanta el ánimo, es muy agradable cuando quiere. Lo necesito ahora, bueno sólo necesito a alguien con quien hablar, por desgracia carezco de amigos casi a diario, al menos que necesiten al tarea de matemáticas.
No se conecta, y sigo entrando a su chat con esa esperanza, le dejé un mensaje con un -Hola- espero que conteste, pero estoy muy cansada y me iré a dormir. Este no ha sido mi día y necesito el cálido abrazo de mi almohada.
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El chico de las rosas.
Genç KurguCada noche una chica va a la plaza de su ciudad, pero una noche en especial nota a un chico, nunca lo había visto, pero le llamó mucho la atención que llevara unas rosas en sus manos, y nunca llegara alguna chica.