Decima noche

31 4 0
                                    

Me siento emocionada, tengo el sueño que toda chica quisiera, es casi perfecto que tengo miedo de que no sea real. Ojalá que todo salga bien esta noche, mi chico me invitó a una cita y es algo excitante la idea de tener una cita con él, seria mi primera cita después de todo. Prometió contarme todo, con lujo de detalles, ojalá que no sea algo malo.

Ya casi se acerca la hora de que él pase por mi y yo estoy dándome unos "retoques" en mi atuendo, no sé si deba ir formal, pero él me dijo que no me preocupe demasiado, lo cual está ocurriendo ahora. Tengo un vestido negro puesto, una chaqueta que combina con mis zapatos tipo escolar, me encantan de ese tipo y un bolso ya que mi mochila es algo estorbosa en esta situación. Ya es hora, sólo espero que él si venga esta vez, porque debe recogerme en mi casa.

Ya llegó por mi, en su coche, me trajo un ramo de doce rosas rojas, son preciosas y tienen un aroma dulce y encantador. Ahora vamos en camino a la plaza, ojalá pasemos a comprar café, hace frío y se me antoja un poco.

Ya estando en la plaza llegamos directamente a una cafetería, pedimos unas bebidas y estábamos charlando, hasta que surgió el tema esperado y él empezó a explicarme lo ocurrido.

-Pues, ¿Qué te digo? Llevabamos tiempo hablando por chat y quise dar el siguiente paso, vi que tenías tu número de celular en tu perfil y decidí guardarlo. Tuve muchas ganas de mandarte mensajes o de llamarte, pero siempre los nervios me corroían y cuando me platicaste de que venias a leer a la plaza creí tener oportunidad de verte, pero no estaba seguro de quién eras exactamente así que decidí marcarte y cuando vi quien me contestó me quedé atónito, jamás había visto a una chica tan linda como tú. Me gustaste desde que te vi, tan linda, muy concentrada en tu lectura, tan perfecta con tu cabello cayendo sobre tu cara, toda tú te me hiciste perfecta y hermosa. Traía doce rosas para ti, pero me dio mucha pena y por eso no quise hablarte, me sentí muy poca cosa para ti.

Traté de venir mas seguido para haber si me llenaba de valor, pero no, simplemente me ponias muy nervioso, así pasaron varios días hasta que pude hablarte, tenia tantas ganas de contarte todo, de preguntarte todo sobre ti, pero tú no me conocías y no quise verme como un acosador. La otra noche no vine porque tuve unos problemas en casa, nada grave no debes preocuparte, simplemente no aparecía mi hermana y resulta que se había escapado a una fiesta, ¿Quién lo diría? Y cuando vi la hora ya era muy tarde y decidí venir para ver si te alcanzaba, pero ya te estabas marchando me sentí muy mal y por eso decidí hablarte y decirte la verdad cuanto antes, no quería que te descepcionases de mi. Y ahora estamos aquí, creo que ya te he contado todo-.

Yo aún no podía creermelo, estaba ahí con él, con el chico de mis sueños. La noche parecía perfecta, todo parecía perfecto y quería que se quedara así para siempre. No podía ni imaginarme lo que nos depararía el futuro pero sólo sabia que yo quería que él estuviera ahí conmigo, Apoyándome así como yo estaría para él.

Lo malo es que nunca sabemos qué es lo que nos depara el destino, cuando todo parece perfecto, algo se sale de su lugar y todo empeora. Yo no sé que pasará mas adelante, pero espero que no sea algo malo o de lo que me deba arrepentir...

El chico de las rosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora