Donde las sirenas lloran y no ellos

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Ahora Bon está solo.

Deja que el mar hunda sus sentimientos y con los ojos bien abiertos busca hasta dar con las manos vacías que flotan desde lo bajo.

Quiere creer que es una sirena que se llevará todo el dolor lejos.

Pero la sirena no es buena, porque su rostro quieto solo le da más miedo.

Enrosca sus dedos con los de ella y nada lejos, en donde nada le espera.

[Benito]

Nada más que nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora