El Padre

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   Era una mañana fresca, el Sol no tardaba en salir, pero eso no impedía que las personas despertaran, entre esas, un jóven de castaños cabellos y marrones ojos.
   Dormía plácidamente, hasta que su aguda alarma lo despertó para que se preparara para asistir a su instituto.
   El chico no se resistió y despertó sin remordimiento, apagó su alarma y se estiró.
   Su conciencia aun estaba despertando y fue ahí cuando recordó...

   --¡Hoy es mi cumpleaños!- excamó alegre

   Se alistó para su colegio, desayunó felizmente, tomó sus llaves y antes de salir, su padre le dijo;

   --Cuando vuelvas, te tendré una sorpresa...-

   El chico le otorgó una sonrisa y salió de casa. El padre terminó de desayunar, se dió unos últimos detalles a su vestimenta y salió igualmente, mientras recordaba con una sonrisa a su hermosa esposa, lamentablemente, ésta siempre estaba aucente debido a su trabajo, pero  siempre fue muy cálida, alegre y hogareña, siendo muy querida por su único hijo.

   Realmente no tenía que asistir a su trabajo, pero quería que el regalo de su hijo fuera sorpresa, por lo que le dijo una ligera mentira. Se dirigió al centro comercial y pasó por todos los locales. Se paseó por los pasillos todo el día, hasta que no se debatió más y compró su regalo, fue a una tienda de mercería y lo envolvió, ahora sí, estaba listo.

   Salió del centro, pero para su sorpresa y desafortunada suerte, estaba cayendo una gran tormenta, no podía esperar, pues su hijo ya lo esperaba impacientemente. Se arriesgó, cubrió el regalo con su saco, y salió a correr.

   No tenía el suficiente gasto como para usar transporte, debido a lo que invertió en su hijo, por lo que su única salida era correr hasta su hogar. No estaba tan lejos, al menos eso creía, solo tenía que correr aproximadamente dos kilómetro.
   La tormenta empeoró considerablemente, caían rayos y destellaban ferozmente los relámpagos.

   El hombre corría por una avenida despejada, sin carros o postes algunos, por lo que le facilitó a la madre naturaleza el hacerle daño.

   De repente, otra descarga eléctrica se produjo en la nube negra, probocando que cayera otro imponente rayo, justamente en la posición del hombre.

   La descarga fue tan fuerte, que inmediatamente su corazón se detuvo, al igual que su cerebro. Paró de correr, para después caer difunto y tirar el regalo. De la pequeña caja, salieron tres entradas para un concierto de la preferencia musical del chico, éstas tenían un forrado dorado, mostrando que eran VIP. La lluvia terminó empapando los boletos. Mientras se borraban de los sobres, la palabra "Papá" de uno, la palabra "Cumpleañero" de otro... y del último, la palabra "Mamá".

Efecto Mariposa #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora