Capítulo 1.

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La coleta alta de Lizzy la camarera se batía al compás de sus caderas, soltando leves destellos de su anterior tinte rojizo, mientras llevaba el pedido a la mesa número 8, de las 12 de mi lujoso e íntimo restaurante, la ajetreada calle de Manhattan se notaba a través del cristal de la elegante puerta negra y yo ciertamente quería morir cada vez que leía sus requisitos del contrato. Seriamos un matrimonio solo de nombre, pero el gilipollas de Carter quería:

1.       Una mujer que no me ame. Una frívola en mi opinión. Puedo manejar eso.

2.       Una mujer que no tenga familia grande. ¿Qué demonios le pasa? Que se busque una huérfana.

3.       Una mujer que no desee animales. Maldito idiota, seguro es un odia perros. Pues Snow y yo somos un paquete.

4.       Una mujer con una carrera independiente. Y un infierno que tengo mi propia carrera, podría darle una patada en su trasero con el ingreso de mi restaurante.

"¡Destinado a la hipoteca!" – gritó mi lado racional.

5.       Una que no sea emocional e impulsiva. De impulsiva peco, pero las emociones no son mi fuerte.

6.        Alguien en quien pueda confiar. Puedes poner tu secreto oscuro en mí y lo llevare a la tumba conmigo.

7.       Una mujer que no sueñe con tener hijos. Esta es la razón por la que malditamente se me hace difícil firmar el contrato prenupcial.

*

Tania me abrió la puerta del vestíbulo del impotente edificio empresarial ofreciéndome un intento de sonrisa alentadora sin dejar su frente de abogada, un intento que me hizo retorcer más en mi tonta decisión. Pasamos la impecable recepción y montamos en el lujoso elevador, la tranquilidad de Tania no resbalo y yo me estoy convirtiendo en un poso de nervios con cada segundo que pasa.

Juguemos al juego de inventarle la vida al tipo de al lado. A mi derecha un moreno alto y fornido en básico traje negro, con camisa y corbata negra, expresión impasible y mirada distante.

¡Es un segurita! – grita la parte racional, desde detrás de su amplio escritorio de caoba. Es una pelirroja bastante borde que me ha sacado de apuros en muchas ocasiones.

Mi chica alocada o como suelo llamarla chicaMID. (Monologo, interno, disparatado) Se enderezó en su Chaise Longue  negro y dio un vistazo sobre su copia manoseada de El amante de Lady Chatterley  por David Herbert Lawrence. Agente secreto – opinó.

Tomemos la opinión de rojita por hoy, claudique.

ChicaMID torció la boca, volvió su atención al libro dando por concluida nuestra interacción.

Tania sacudió levemente mi brazo sacándome de mi realidad subnormal con mis pequeños subconscientes, hizo un gesto hacia el frente y me tomo por el codo para sacarme del ascensor en la planta superior, la chica asiática del mostrador detrás del vidrio de seguridad nos observó con curiosidad para luego volver su atención a su pantalla y teclear algo, corrió la mano sobre la superficie de mármol blanco luego la metió detrás de la parte inferior, donde las elegantes letras plateadas aclaman orgullosamente "Tower Remington".

Un leve zumbido abrió las puertas automáticas y fuimos recibidas por una cálida sonrisa aparentemente genuina. Esta chica me cae bien, cada vez que quería asesinar a Carter la usare como aliada para vengarme de él.

 Una adorable señora de unos 50 años que me recordó a mi madre se hizo presente al lado de la mesa de recepción, su aura amable y tono suave, pero preciso me hizo recordar las épocas en que Mary Anne Thomas era más que una esposa trofeo.

Serie, La esposa del magnate #1. A marriage only in name.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora