Serie, La esposa del magnate #1. A marriage only in name.

Capítulo 14/1

Salté sobre el banquillo gritando su nombre, la gente empezaba a darme miradas, una mujer pelirroja se acercó con cara de mala leche seguida por una morena despampánate con una bebé de risos rubios alrededor de seis meses en sus brazos, ellas se unieron a la búsqueda conmigo y después de unos diez minutos estaba segura de que algo andaba mal.

-Escucha, soy abogada y mi nombre es Verónica Mandom-Harper y ella es Rachel – señaló a su compañera pelirroja, quien estaba llamando a la policía –necesito que me digas el número de tu esposo así podemos llamarlo ¿si?

-Uh ¿nosotros no estamos separando? – Ni yo sabía muy bien qué posición estábamos, mi cabeza no estaba clara y mi corazón se estaba apretando dolorosamente en mi pecho, el pánico de no tener a la pequeña Gina en mis brazos de nuevo era abrumador. Ella dio un asentimiento firme, sujetó su cabello en una coleta alta y comprobó al bebé durmiente en su portabebés morado.

-Igual necesito su información de contacto, querida – arrugó su expresión – no pareces estar llevándolo muy bien.

Murmuré su información, número de oficina, número personal, dirección de residencia y todo lo que puede recordar. Vi la expresión de Verónica asombrase cuando dije el nombre de Carter, pero su fachada calma volvió en segundos.

La policía llegó rápido y después de que les expliqué la última vez que vi a mi niña y les mostré una foto reciente de ella ubicada en mi teléfono, Rachel me tomó en sus brazos y finalmente me dejé descomponer, sollocé en sus brazos más aterrorizada y desolada de lo que nunca me había sentido en mi vida.

*

-Solo fui por una soda para mis... ugh, nauseas. Yo solo dejé de verla por un segundo... - susurré viendo la tasa de té en mis manos.

Mamá retorció sus manos con nerviosismo de nuevo, Verónica había sugerido ir a por el representante legal de la niña y esperar a una llamada de la policía o de parte del secuestrador.

-Vamos a encontrarla, ella va a estar bien- mamá repitió como si fuera un mantra tranquilizador, ella necesitaba auto consolarse ya había perdido a su hermana y cuñado, no podía perder a lo único que quedaba de ellos también.

-¿Sabes algo de Carter? – le pregunté a Verónica, escondiéndome detrás de mí tasa.

-No, lo siento, pero... - fue cortada por los agentes de policía volviendo de la cocina con su cuñada Abby si mal no recuerdo.

Un hombre de descendencia asiática junto con un hombre caucásico salieron de detrás de la pequeña rubia, con expresiones tensas en sus rostros.

-Instalamos rastreadores en la línea fija de la cocina Sra, cuando los secuestradores llamen por una recompensa, Mike, aquí empezará el proceso de localización, debe mantenerlos en el teléfono lo suficiente o fijar un lugar para el intercambio – Swanson, el hombre caucásico, señaló al asiático descendiente. Mientras instruía a mamá.

Mamá asintió lentamente, justo cuando sonó el timbre. Coloqué la taza de té sobre la mesa de centro del salón familiar de mi madre y me deslicé lentamente por el pasillo que daba a la puerta principal, tocaron el timbre de nuevo impacientemente y reduje la rapidez de mis pasos aún más, no me apetecía lidiar para nada con algún vecino histérico. Fuertes y frenéticos golpes cayeron sobre la puerta logrando agitar mi estómago con nerviosismo, alrededor de unos cuatros pasos antes de la puerta puede escuchar un griterío muy grande y me apresuré por abrir.

Fui cegada por una luz blanca muy brillante y me tambaleé hacia atrás por instinto, mi tropiezo se sintió como ser levantada y trasportada hacía atrás con fuerza, hice un sonido estrangulado en mi garganta antes de escuchar como la puerta era cerrada con fuerza.