Capítulo 6.

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-Lo lamento T ¿Quieres algo para almorzar? – murmure bajo su mirada desaprobadora desde el bar, ni bien entre al lugar ya estaba viendo así desde su puesto.

Él parpadeo y todo rastro de desaprobación se esfumo de sus ojos.

-No Sra. –aclaró su garganta y me dio algo parecido a una sonrisa – La Srta. Jessica la espera en su oficina.

Hice un gesto vago con la mano y camine en dirección a mi despacho o como Jess lo llama cada vez que estoy molesta “La cueva del diablo”. Abrí la puerta y sonreí a Jessica con una bolsa del Candy Bar en las manos.

-Creo que te adoro más en este momento. Dios mi mañana ha tenido más: “lo siento” que cuando choque el coche de papá.

Ella arrugo la nariz de esa forma que solo ella puede hacer – Recuerdo eso. Tu padre no estaba para nada feliz.

-Tu tampoco pareces feliz hoy – dije mientras tomaba asiento a su lado. -¿Qué paso con el semidiós italiano?

-Él y yo… - ella pauso de repente.

Nunca en unos 15 años había visto a Jessica quedarse sin palabras, literalmente.

-¿Jess? -  ella levanto la vista del dobladillo de su falda y allí lo supe.

Sentada enfrente de ella observándola sonreír sin ninguna razón y me di cuenta que la blandengue de mi mejor amiga se enamoró.

Oh, chico. Es una cabrona.

-Él y yo tenemos un trato – susurró.

-Mierda ¿Algo así como el de Pídeme lo que quieras o déjame? –jadeé.

-Oh mi dios. No. –Se ruborizo violentamente – Algo así como Amigos con derecho, sabes la película con Natalie Portman.

El aire salió de mis pulmones dejándome impactada por un par de segundos. La puta que los parió ¿Es en serio?

-Eso está bien, no te juzgo. Pero, anoche estabas bastante alterada – puyé.

-¿Qué pasa contigo y Carter? ¿Hay algo más entre ustedes cierto? ¿Él te atrae, verdad? – devolvió.

Forcé una risa.

-Odio a tu hermano, tontita.

-Estas mintiendo, siempre se cuándo lo haces. Dormiste con él ¿No? ¡Que repugnante!

Le arrebate la última gomita dulce.

-Esta conversación ha terminado. Si me acuesto con él es mi problema.

-Está bien, ahora que pase la vulgaridad inicial del asunto, podemos hablar sobre eso. Es tu esposo ¿Cierto? Puedes recibir sexo de alguien por un tiempo. –ladee un poco la cabeza cuando Tori entro en la habitación.

-¿Sexo? – pregunto.

La palabra ‘Sexo’ sí que llama la atención dela gente, ignore a mis amigas y tome un trocito de chocolate.

-Creo que está bien que duermas con él – dijo Tori.

-Supérenlo – refunfuñe.

-Yo también lo creo, he tenido unos minutos para pensar. Es perfecto, tienen que ser fieles de todos modos así que sabes que no va a estar durmiendo con alguien más. Solo tienes el sexo que todas necesitamos y cuando todo esto acabe dices adiós, sin sentimientos, cero complicaciones – aporto Jessica.

Me retorcí, no estaba irritada por la opinión de ellas, me gusta. Si acepto que me gusta acostarme con Carter eso no está mal. Estoy casada con él, además ese ardiente cuerpo esperándome en mi cama todas las noches

Serie, La esposa del magnate #1. A marriage only in name.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora