Si las miradas hablaran - Matsukawa Issei & Hanamaki Takahiro

34.3K 792 363
                                    

Allí te encontrabas tú, rodeada de chicos de preparatoria sudados por la excesiva ejercitación pero a la misma vez luciendo sus espectaculares músculos.

Hace unos pocos meses te convertiste en la única mánager del famoso equipo de Aoba Johsai... te preguntarás por qué te encontrabas sola, simple: eras inmune a los encantos de Oikawa Tooru.

"¡(T/N)-chan, ohayo~! Ne ne, ¿ya caíste presa de mi belleza?" Exclama el capitán del equipo de volleyball mientras se acerca hacia tí trotando. "En tus sueños Trashykawa" le respondes ganándote la risa de sus compañeros. "Mooo, hidoi~ (T/N)-chan".
Caminando con dirección a la banca para buscar algunas hojas y así poder anotar los progresos de los jugadores, inconscientemente tu mirada se dirige a aquel dúo... Matsukawa y Hanamaki.
No estabas segura exactamente cuando todo había comenzado, pero cada vez que los observabas tu corazón palpitaba de manera descontrolada. Al principio creíste que era debido a la genialidad de sus remates y bloqueos, pero con el tiempo comprendiste que se trataba de algo más que admiración, era deseo.

Dichas miradas lascivas no pasaban desapercibidas por los chicos, los cuales cada vez que te dabas la vuelta te devoraban el cuerpo con los ojos.

Ese día no era la excepción, podías sentir como tu ser era analizado, te sentías acechada por feroces depredadores. No obstante, intentabas no darle demasiada atención y continuabas tus labores de asistente, entregar toallas, rellenar botellas y anotar los puntajes en tu cuaderno.

Ya habiendo terminado el día, muchos se estaban retirando, saludándote al cruzar las puertas del gimnasio. Tú por otro lado, te quedaste un poco más de tiempo organizando algunas cosas que habían quedado pendientes de semanas anteriores.
Mientras ordenabas algunos objetos encontraste una remera sin dueño tirada en el suelo. Exhalando un largo suspiro te dirigiste al cambiador de hombres para guardarla. Entraste despreocupadamente creyendo que ya todos se habían ido a sus casas, estabas equivocada... allí en frente tuyo se encontraba nada más y nada menos que Issei y Takahiro semidesnudos. Te habían atrapado con las manos en la masa.

Antes de que pudieras disculparte y salir disparada del cuarto, una mano te sostuvo de la muñeca, impidiendo cualquier intento de escape. "¿Oya?, no sabía que eras tan pícara (T/N)" se burla Hanamaki con una sonrisa plasmada en su rostro. "¿Disculpa? Para tu información sólo vine a traer una remera que encontré, además creí que ya se habían ido todos" respondes consternadamente. "Si me disculpan" antes de que pudieras dar un paso, un cuerpo se interpuso en tu camino. "¿Sabes? Ya que estamos los tres aquí... que te parece si nos divertimos un poco." Te susurra Matsukawa en el oído, haciendo que tus piernas tiemblen. Takahiro no pierde el tiempo y comienza a dejar húmedos besos alrededor de tu cuello buscando aquel lugar que te haga perder la cordura. Mientras, Issei se abalanza contra tu boca otorgándote el mejor beso que jamás hayas tenido. Su experta lengua recorría tu boca dejando suaves mordiscos al separar sus rostros. "Oye, yo también estoy aquí" se queja su amigo, sosteniendo tu cuello y guiando tus labios al encuentro con los suyos. El joven que hace un momento se encontraba sobre ti, comienza a desabrochar tu camisa, dejando a la vista tu sostén. Rápidamente, lo desabrocha y comienza a suministrar tus pechos con suaves caricias, rozando delicadamente tus pezones. "Mmmh... Mattsun..." gimes levemente contra los labios de su compañero. "¿Te gusta gatita?" Pregunta este con voz ronca, no esperando una respuesta verbal por lo agitada que te encontrabas. Ambos se separan de la joven y se quitan sus prendas, quedando solamente en ropa interior. Matsukawa se sienta en un banco y junto con él te arrastra hasta caer en su regazo, permitiéndote sentir aquella creciente erección.
"(T/N), lámelo, no puedo más" te ruega Hanamaki al mismo tiempo que se paraba al lado tuyo. Dubitativamente le bajas la última ropa restante, liberando su miembro de cuya punta comenzaba a brotar una sustancia traslúcida. Sosteniéndolo con una mano comienzas a bombear de la base hasta el glande, dándole suma atención al mismo. Mientras tu mirada se posa en el rostro de placer del joven, acercas tu boca a su sexo succionándolo. "Aaahh, mier-da... nngh, se siente genial" responde inmediatamente este, además de poner su mano sobre tu cabeza para quitar el cabello del medio.

Haikyuu!! • LemonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora