Haikyuu!! • Lemons

Adán - Semi Eita

"Semi-san, ¿se encuentra bien? Lo noto distraído hoy" pregunta con preocupación Goshiki.

"Déjalo, está así solo porque hoy vino (T/N)-chan a las prácticas" argumenta Tendou con una sonrisa burlona, ganándose una mirada de odio y un golpe en la cabeza.

"Cállate, no me hagas enojar" dice Eita entre dientes dándose la vuelta. En eso su mirada choca con tu figura, haciendo que sus rasgos se relajen.
Su orgullo no permitiría darle la razón al pelirrojo, sin embargo él mismo mejor que nadie sabía que aquellas palabras eran ciertas.

No sabía cuándo había empezado todo, lo más probable es que fuera en el mismo instante en que se conocieron.
Todo comenzó el año pasado cuando se decidió hacer una fiesta de despedida a los de tercero. Luego de tanta insistencia por parte del equipo, Wakatoshi accedió a hacer una barbacoa en el jardín de su casa.

Aquel mediodía de domingo, volvían todos de la tienda con las manos llenas de bolsas. Los gritos que rebozaban de alegría y emoción saturaban las calles de aquel cálido día.

"Oye Ushijima, ¿por qué nunca nos invitaste a tu casa? ¿a quién quieres esconder?" pregunta inquisitivamente su superior mientras el ponía las llaves en la puerta. "A nadie en particular" responde desinteresadamente.

Abriendo con la mano que llevaba desocupada los invita a pasar, haciendo que el equipo entrara como la horda de adolescentes hambrientos que eran.

Tan rápido como entraron tan rápido frenaron. Frente a ellos se encontraba una joven que jamás habían visto, cuyos ojos deambulaban entre la cantidad de gente que había llegado.

"Hermano, no avisaste que traerías a todos tus amigos" suspiras sosteniendo un vaso con agua.

"¿Hermano?" Se da la vuelta un compañero para mirarlo. "Así que ella era la razón" ríe uno de los de tercero.

"¡SALUDEN!" grita el todavía vigente capitán del equipo haciendo que pegues un brinco.
Como si fueran marionetas, los jóvenes se pusieron en filas haciendo una respetuosa reverencia "BUENAS TARDES" respondieron energéticamente.

Tratando de contener la risa que amenazaba con salir ante tan ridícula situación, no pudiste hacer más que devolver el gesto. Con una delicada reverencia agachaste tu cabeza "Buenas tardes a todos, soy Ujishima (T/N)".

Dando un último vistazo tus ojos hicieron contacto con los de un chico de pelo gris, al cual le ofreciste una pequeña sonrisa. Un rubor comenzó a brotar de sus mejillas, y nervioso desvió la mirada hacia otro lado, siguiendo a sus compañeros a la cocina para comenzar las preparaciones.

La tarde pasó entre charlas y risas. Mientras todavía quedaba en el ambiente el olor a carne asada, algunos practicaban pases con el balón y otros, los de primero, dormían plácidamente en unas reposeras.

"Oye Eita, ¿por qué no traes un poco más de bebida?" Pide Reon mientras juntaba las botellas vacías del piso. "Bien, ya vuelvo" responde este sin ninguna queja, capaz de esa forma podría volver a encontrarte en el camino.
Abriendo la heladera para buscar las gaseosas, se sobresalta cuando una mano toca su hombro izquierdo. Dándose la vuelta choca contigo y de no ser porque te hubiera sostenido habrías resbalado directo al piso.
"¡Cómo lo siento! no fue mi intención empujarte" se disculpa rápidamente con el corazón en la garganta. Riéndote y afirmándole que no pasaba nada te enderezas para acomodarte la ropa. Mirando suavemente para arriba lo enfrentas, ¿qué tenían esos ojos que parecían enloquecerlo?

Moviendo una mano sobre su rostro lo sacas del ensoñamiento, "¿Cuál es tu nombre?" preguntas dulcemente.

"Semi Eita" responde de forma baja y medio tímido. "Bueno Eita-san, un gusto conocerte" respondes sin más, para dejarlo estático y parado solo en la cocina. ¿Qué acababa de pasar?