Hilo rojo || DaeJae

CAPÍTULO 10: Realidad

Preguntas sin responder aumentaban más las dudas de Daehyun, en realidad ni se percató a que hora logró conciliar el sueño anoche, y es que en su cabeza se repetía una y otra vez lo sucedido, esa escena, y por más que trataba en no hacerlo era inútil, su cerebro no lo quería así pues seguía atormentándolo con el recuerdo.

-La división de Corea fue un suceso histórico que en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría, llevó a la fragmentación de la península de Corea en dos Estados soberanos - prestar atención era lo último que estaba haciendo y de seguro se metería en problemas con el profesor Kang.

Al fin su clase de historia había concluido, la cual se le hizo eterna, caminaba por los pasillos lentamente, no se encontraba de ánimo, hasta que llegó a la cafetería fue ahí donde dos siluetas conocidas discutían entre ellos en una de las mesas.

Jonggup le recalcaba lo infantil que podía llegar a ser Junhong y esa era la razón de su discusión, ahora que lo veía mejor, esos dos siempre se peleaban por todo, llegando a la resolución de que su relación era como de amor-odio, aunque también notó otra cosas, él no estaba, tampoco lo había visto, hoy...Él faltó.

Culpa

Era lo que sentía ahora, tenía que hablar con alguien, realmente lo necesitaba, alguien al que no tuviera que explicarle lo sucedido, pero que al mismo tiempo lo supiera, sólo un nombre vino a su cabeza, le parecía un poco absurdo pero algo le decía que podía ayudarlo.

Luego de que finalizaran sus clases salió rápidamente a aquel lugar donde quizás podía encontrarlo, aquel letrero conocido estaba en frente de él y sin dudar mucho entró, por un momento creyó que no estaría pero se equivocó ahí estaba atrás del mostrado, él cual al escuchar el tintineo de la puerta se giró y lo vio.

-Daehyun- fue lo que dijo un poco sorprendido y es que cualquiera que lo viera le diría que parecía loco y tal vez para eso no faltaba mucho.

-Yongguk hyung yo...- no le dejo ni siquiera terminar.

-Ven conmigo.

Esto parecía un dejavu, nuevamente estaban en el lugar de aquella vez.

-¿Qué es lo que quieres decirme?- preguntó tranquilamente como tratando de calmarlo.

-Pues...- un nudo se formaba en su garganta, mientras en su cabeza le recordaba nuevamente la noche anterior -Ya no se que hacer- y cuando menos lo creyó se quebró.

Tristeza

Reflejadas junto con las lágrimas que caían sin cesar y por un momento se sentía estúpido por llorar en frente de alguien que apenas conocía, quería salir corriendo de ahí pero unos brazos lo rodearon, Yongguk lo estaba abrazando.

La duda te vuelve vulnerable, Daehyun aún no sabía lo que le pasaba, ese sentimiento que le aprisionaba y no lo dejaba en paz, estaba muy agradecido con Yongguk.

Era muy tarde cuando regresó a su casa, estaba un poco más tranquilo, sus ojos estaban hinchados y rojos, había llorado más que aquel día donde su padre decidió separarse de su madre, aun más que cuando les pidió que se fueran de su casa para comenzar una relación con alguien más.

Realmente le había afectado tanto, ahora que lo pensaba mejor, era por eso, es decir, ver a Youngjae llorar y que se fuera o que hoy no asistiera a clases.

Era por eso, no, había algo más, se decía él mismo mientras contemplaba el techo recostado en su cama, había algo que ignoraba, pero ¿Qué era?

La hora de la verdad estaba frente a sus ojos, una verdad que no se le cruzaba por la cabeza, una verdad que podía aclarar sus dudas con solo decirla en voz alta, pero me negaba a hacerlo.

Miedo

Lo sentía y si no era cierto, si tan solo se encontraba confundido, podría ser, claro, lo fuera si aún siguiera atado a ese hilo rojo, pero ya no era así, por lo que aquella confusión podría ser real.

Se removió un poco en la cama, hacía un poco de frío, analizando una y otra vez, algo había omitido, porque no se dio cuenta de ello antes, como se le pudo olvidar ese detalle tan importante.

Se suponía que Ming le gustaba, si gustaba, de un tiempo para acá, aquel sentimiento no era el mismo, admiración y amistad era la manera correcta de describirlo y la respuesta era algo que no quería ver por sus propios ojos.

Si lo admitía se sentiría mejor "¿Qué es lo que sientes realmente?" Yongguk se lo preguntó y esa era una gran pregunta ¿Qué es lo que sentía?, no lo sabia pero, no.

Realidad

En blanco, su mente quedó en blanco mientras su cuerpo quedó inmóvil, porque, ese sentimiento acaso era porque...

Podría ser cierto y le era muy difícil de creer que...


..."Le gusta Youngjae".