La Carta

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06/09/2020

Hola:

Perdonen por no haber publicado, pero de alguna forma mi cuenta no respondía y no lograba entrar. En estos días estaré reeditando las partes de EWO y pronto subiré la continuación.

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Estimada señorita Greyson:

La Preparatoria Eastwood la invita cordialmente a la reunión de exalumnos para conmemorar el aniversario número 50 de la institución. Para que la velada se lleve a cabo de la mejor manera, el único requisito que se pedirá es asistir acompañad@.

Esperamos contar con tu participación.

El evento tendrá lugar en la preparatoria el día 31 de octubre.

(Disfraz no obligatorio)

Atte: Mandy Maxwell

Era la cuarta vez que leía esta carta y aun así no podía creerlo.

Después de todos estos años intentando borrar los malos recuerdos que pasé por esa escuela, y cuando por fin empezaba a tener una vida normal, llega este mensaje.

Simplemente increíble.

El nombre de Mandy Maxwell hace que mi cuerpo se estremezca con escalofríos reviviendo todas las cosas que me hizo ella y su llamado "cuerpo estudiantil".

La carta que está en mi mesa abierta de par en par parece ser una invitación cordial para todos esos alumnos que vivieron los mejores años de su vida con ese sello azul y ese mensaje, pero simplemente las circunstancias fueron otras para mí.

No pude evitar enfocar la mirada en aquellas palabras remarcadas en el papel: asistir acompañada.

— ¡Ya viste esto! — La voz de Oliver, mi mejor amigo me hace despegar la vista de esa horrenda carta. Tiene el cabello alborotado y por lo que puedo notar se cansó de subir las escaleras del edificio.

— Sí, acabo de verla. No iré. — Él se acercó a donde estaba sentada y me miró fijamente pensando qué decir, pero, aunque él también había tenido malas experiencias en la preparatoria sabía que nada podía compararse con lo mío.

— Escucha, sé que la perra de Mandy te hizo la vida imposible durante años, pero oye, ya no eres esa chica insegura y débil que conocí en el baño de hombres. No, eres Freya Greyson; la chica más genial, trabajadora y divertida que conozco, así que no me vas a decir que esto representa un problema, porque no es así.

— De hecho, creo que sí. — Oliver me siguió con la mirada en lo que yo iba por la carta y le señalaba el párrafo en el que sutilmente estaban subrayadas las palabras.

Hubo un gran suspiro de su parte.

— Descuida Oli, ve tú. Apuesto que a Matthew le va a encantar la idea de ir contigo.

— De ninguna manera. Te conseguirás a un guapo acompañante que te ayude, Freya o te juro que yo mismo voy a ir contigo a la fuerza.

Sonreí ante su entusiasmo. Aún recuerdo cómo nos conocimos hace cinco años. Fue gracias a Mandy, quien otra vez había embarrado su jugo dietético en mi blusa. Ella y sus amigas tenían ese hábito de atormentarme cada vez que me veían incluso en los baños y era por eso que algunas veces me escondía en los baños del gimnasio en dónde nadie iba.

Esa fue la primera vez que encontré a Oliver. Él estaba besando a un chico. Cuando los dos me vieron se asustaron y empezaron a suplicarme que no se lo contara a nadie. Obviamente les juré que no haría tal cosa y así fue como conocí a mis dos mejores amigos. Desde ese entonces hemos sido inseparables.

— Sabes que es imposible. No sabría qué hacer si me encuentro a Mandy. — Dije acomodando la carta de nuevo en el sobre para tratar de olvidarme de ella cuanto antes y si era posible, quemarla.

— Tonterías, has cambiado. Eres fuerte, diablos hasta hicimos esos horribles años de gimnasio y dieta. Ya no eres esa chica y aún si lo fueras, nada ni nadie debería de hacerte sentir mal. Por eso es que tienes que ir allá y enseñarle a Maxwell y sus taradas amigas lo que pasa si te metes con Freya Greyson.

Con eso en mente decidimos ponernos manos a la obra.

Primero empezamos a ver fotos de mis amigos. La mayoría de ellos tenían novia o esposa, los cuales estaban descartados por obvias razones. El otro grupo tampoco estaba disponible, pues casi todos eran los amigos de Oliver y Matt. En conclusión: yo no tenía quién me ayudara.

— Esto es genial, ¿qué voy a hacer? Estamos a 20 de octubre. ¿En dónde encontraré a alguien para finales del mes? — Era oficial. Mandy había ganado y esto aún no había comenzado.

— No seas pesimista, podemos decirle a alguno de nuestros conocidos que nos ayude. — Oliver habló en lo que buscaba en la computadora.

— ¿Te das cuenta de que nuestros amigos no están disponibles? Nunca podrían hacerse pasar por mi novio. Se darían cuenta.

— Tienes razón. — Oliver y yo analizamos todas las posibilidades, pero simplemente no podíamos contemplar algo que abarcara todos los requisitos y que fuera creíble. En ocasiones como esta maldecía no ser tan sociable.

— Espera, tengo una idea. — Oli acercó mi laptop y empezó a escribir en internet.

— Déjalo así, tal vez puedo ir sola. No pasa nada.

— ¡De ninguna manera! Quiero ver la cara de celos de Mandy, sus amigas y en general de toda la población femenina de nuestra generación cuándo te vean con el hombre más guapo que exista. ¿Te imaginas? ¡Serías mi ídola! Además de que serías la estrella de la noche por ser tú. — Mientras me decía eso empezó a poner algunas cosas en lo que parecía ser un sitio web para citas.

— Oye, oye, oye alto ahí. Ese sitio es nada más para gente desesperada. — Dije tratando de agarrar la laptop, pero él se alejó del sillón para que no lo alcanzara.

— Querida, estás desesperada.

*****

Dos horas, tres cajas de comida china, algunos shots de tequila y una llamada a Matt después, mi perfil de "chica desesperada" estaba por fin listo.

Oliver había llamado a Matt para que viniera en nuestra ayuda y juntos buscáramos al chico perfecto, lo cual terminó en una improvisada borrachera y karaoke en lo que tratábamos de decidir cuál foto mía poner.

— ¿Qué tal ésta? Te ves linda ahí. — Matt comentó dándole clic a una imagen de hace un año en mi primer día de trabajo.

— Ohhh Matt, ¿qué haríamos sin ti? — Un Oliver algo ebrio se hizo camino hasta la sala de estar con un par de botellas de cerveza en sus manos.

— Caer en un horrible aburrimiento por no tenerme en sus vidas. — Matt a la vez que editaba la luz y la agregaba al perfil.

— Déjame leer lo que pusieron. — Comenté, ya que no me habían dejado añadir nada.

— Listo. — Matt me entregó la computadora:

Hola, soy Effie y estoy intentando encontrar una cita para este. Como podrán ver soy una chica sociable, divertida y llena de alegría.

Me dio algo de pena ajena leer mi propio perfil, pero según los chicos esto era lo "más" que podían hacer, debido a que ellos insistían en poner cosas que para nada iban con mi personalidad en la cuenta, lo cual era un gran no para mí.

— ¿Effie? — No me agradaba mucho que dijeran mi nombre por apodos.

— Pues claro, no queremos que un psicópata sepa tu verdadero nombre. — Oli respondió tratando de encontrar una canción desde su celular.

— Ya, claro. Lo dices como si hace veinte minutos no hubieses querido poner que estaba en busca de una relación de una noche o que literalmente me tiene que acompañar a una reunión muy personal, pero bueno, por el momento solo tenemos que esperar a que alguien responda.

— No lo dudes ni un segundo. Ahora, ¿quién quiere alcoholizarse un poco?

EASY WAY OUT [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora