What A Dixon Needs (Edición lenta)

13. En la cabaña de Carol

- Eh despierta..., despierta...¡despierta joder!- dijo Daryl tan amable como siempre.

- ¿Qué quieres?- dije aún sin abrir los ojos.

- Además de tonta, tienes Alzheimer.- me insultó como de costumbre.- Iremos a ver a Carol, no tardes mucho en vestirte o vendré a buscarte, y no te gustará.

   Cuando Daryl salió de la habitación me vestí con unas mallas de licra y una camiseta de tirantes blanca, a decir verdad, El Reino disponía de una gran variedad de ropa.

   Después de vestirme, fui a la enfermería a que me curaran y me desinfectaran la herida que me hicieron el día anterior. Por suerte, ya no tenía que seguir llevando el vendaje, la verdad es que me daba un poco de miedo dejar el boquete expuesto al virus apocalíptico, pero dejar de llevar aquel horno de tela era de gran alivio, sobretodo con el calor que empezaba a hacer.

   Cuando desayuné mi buen vaso de leche y mi galleta reseca (buena ropa pero la comida un poco sosa) busqué a Daryl y nos encaminamos hacia la cabaña en la que vivía Carol.

- Daryl...

- ¿Qué quieres?-dijo con cansancio.

- Nada, déjalo.

- Sé que he estado muy raro contigo últimamente, pero sabes que no sé lo que cojones pasa dentro de mi cuerpo, debería haber sido más agradable, después de todo fuiste tú la que me salvó el culo de aquel vertedero.-dijo sin apartar la mirada de la carretera.

- Me hiciste sentir muy mal, me sentí utilizada y pensaba que cuando me dijiste aquello en el santuario, era porque tenías miedo de morir sin decirle a alguien que le querías por última vez.- drama queen is back again.

- Eso es mentira, y cuando te pusiste tan empalagosa con Jesús...- Mr. Rencoroso volvió.

- Fue porque quería ponerte celoso para ver si me hacías caso.

- Eres la enana más tonta que he visto nunca.-dijo rodeándome por el cuello y dándome un beso en la cabeza sin dejar de caminar.

   Unos 10 minutos más tarde llegamos a la cabaña de Carol.

- Ezequiel, te he dicho mil veces que no vengas a...-dijo Carol, pero al ver a Daryl, su cara se inundó en una sorpresa increíble y las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos hasta que caían en la camisa de Daryl, quién le estaba abrazando.

- ¿Por qué te separaste del grupo?-dijo Daryl cortando el abrazo y cambiando la alegría por un tono de voz más serio.

- Yo... sentía que no podía ayudar.

- Joder Carol me tenías muy preocupado.

- ¿Cómo me has encontrado?¿Y quién es ella?, será mejor que hablemos dentro, pasad.

   Después de presentarme a Carol y de que Daryl le explicara todo lo que había pasado desde que se fue, Carol nos sirvió un té.

- No debería haberme ido, por mi culpa Glenn y Abraham están muertos.

- Eso no es así Carol.- dije seria.- la culpa es del puto psicópata, él es el que ha hecho todo esto. Ni tú Daryl tienes la culpa de la muerte de Glenn, ni tú Carol tienes la culpa de lo que ha pasado. Ya está, por favor no hablemos más del tema, me está empezando a doler la cabeza.

   De repente entraron Ezequiel, Morgan, Richard, Jerry y la otra parte del escuadrón de Ezequiel con Benjamin en brazos. Mi pobre Benja tenía una bala en el muslo, y temía que esa bala hubiese alcanzado la femoral.

   Empecé a verlo todo borroso, lo único que veía era sangre por todos los sitios, hasta que Daryl me sacudió.

- (T/N)____ , ¿estás bien? Tienes la cara blanca.

- Benjamin...- al verlo tan pálido, rodeado de sangre y con los ojos cerrados me asusté.- Benjamin no, no puedes irte.- las lágrimas caían de mis ojos como cataratas mientras me abrazaba fuerte a su pecho.- No me puedes hacer esto pequeño Benja, no ahora, no te he dicho lo mucho que te quiero, por favor...- escucharme en ese momento era tan desgarrador como ver a tu toda tu propia familia muerta.

- (T/N)____ tranquilízate, no está muerto.- dijo Morgan, entonces me giré hacia él.

- ¿ Qu...qué...ha...ha...pas...ado?- intenté decir entre balbuceos.

- Uno de los salvadores le disparó porque no cumplimos el trato, al salir de El Reino llevábamos 12 melones, pero luego desapareció uno y se enfadaron.

- ¿Le han hecho esto a mi Benja por un jodido trozo de mierda con cáscara?¡Voy a matar a esos hijos de perra! ¡Van a saber con quién cojones se han metido!- grité aún con lágrimas en los ojos.

   Me zafé del agarre de todo el que me intentó detener, pero cuando estaba a punto de salir, algo me paró.

- (T/N)... lo siento....- escuché, era una voz débil, la voz de mi Benja.

   Entonces salté encima de él y empecé a abrazarlo y a darle besos por toda la cara.

- Mi niño, no tienes que pedir perdón por nada, la culpa es mía por no estar allí para defenderte de esos cabrones descerebrados. Te prometo que a partir de ahora no permitiré que te pase nada.

- (T/N)____, aquí no podremos darle los cuidados que necesita, tenemos que llevarlo de vuelta a casa cuanto antes.- sentenció Ezequiel.

  Así que enseguida nos pusimos en marcha con destino a casa, al llegar, me encargué de lavar a mi amigo y de cambiarle la toalla húmeda de la frente.

   A decir verdad, ya no me acordaba de mi brazo ni de Daryl, lo único que quería era que Benja se recuperase.