CAPÍTULO IX

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-Eso es imposible... -dijo Dazai con una mirada apagada -No puede ser él.

-De quién hablas Dazai? -pregunto Chūya -Acaso, ya sabes quien la posee?

-Espero estar equivocado.

En ese momento en el único que pensó Dazai fue en su hijo, el pequeño Oda, él sabía que era bastante extraño que el niño curara rápido a una pequeña ave, que se había roto un ala.

-Así que su nombre es Oda? -dijo una chica mientras se acercaba a donde se encontraban todos -Y resulta que es un niño!

Todos se quedaron estáticos, Chūya estaba completamente paralizado, cómo no pudo darse cuenta que su hijo poseía esa habilidad? Además de eso, resulta que ahora el esta metido en este problema!

Cuando la chica estaba lo suficientemente cerca, se dio cuenta que Atsushi no le ponía atención, por lo que le dio un golpe fuerte en la espalda, haciendo que este soltara y se quitará de encima de Juls -Ya fue suficiente niño bonito, mi jefe no es tu silla.

-Tú quien eres? -Preguntó Atsushi mientras se ponía de pie

-Acaso, ella también sabe que mi hijo tiene esa habilidad? -pensó Dazai

-Claro que lo sé -dijo la chica con un tono alegre -Aunque creí que sería alguien más complicado de encontrar

-Así que es el niño? -dijo Juls sacudiendose la ropa -al menos, no nos equivocamos -este rió

En ese momento, el suelo comenzó a agitarse, y con la tierra que ese lugar contenía, comenzó a formarse una especie de monstruo formado de la tierra, y debajo de aquel monstruo, había un hombre con el pequeño Oda en brazos que al parecer estaba inconsciente -menos mal, creí que nos habíamos equivocado de niño -dijo mientras se reía y rascaba su cabeza nerviosamente.

-ODA!! -Fue lo único que Dazai y Chūya pudieron pronunciar

-Suelta a mi hijo! Maldito bastardo! -gritó Chūya mientras comenzaba a correr hacia donde se encontraba su hijo, pero este fue detenido por Himuro.

-Esto no estaba planeado, así que cálmate, podrían hacerle daño al niño. -dijo Himuro con un tono muy serio.

-Será mejor que comencemos! -Dijo Juls levantando ambas manos.
En ese momento, aquel monstruo comenzó a moverse, el tipo que al parecer era quien lo controlaba le entrego al niño a uno de sus al parecer subordinados.
Atsushi, con ayuda de Chūya, se llevaron a Dazai a un lugar mas seguro, ya que él no se podía poner de pie.

Atsushi corrió hacia donde se encontraba Juls y el tipo que controlaba a aquel monstruo, pero sintió un agarre que hizo que se detuviera.

-Tú niño bonito, pelearás conmigo -de no ser por sus buenos reflejos, Atsushi hubiese recibido un fuerte golpe en el rostro -Vaya que eres rápido!

Atsushi se dio cuenta que esta chica era buena peleando, pero aún así, él no quería lastimarla, era una mujer, él no golpeaba a las mujeres!

-Es buena -pensó Atsushi.

-Claro que lo soy! -dijo ella mientras se lanzaba para darle un golpe a Atsushi

-Eh? Acaso sabe en qué estoy pensando?! -Atsushi se distrajo pensando, por lo que fe alcanzado por el puño de la chica.

-Claro que lo sé.

Mientras que Atsushi estaba siendo detenido por aquella joven, Chūya estaba furioso, por lo que no le hizo caso a los demás y se levantó a pelear con esa cosa que tenía a su pequeño hijo.

-Chūya no! -gritó Himuro, pero este no la escuchó.

-Esto es malo, si Chūya se enoja más, usará corrupción y no podré detenerlo -dijo Dazai colocando una de sus manos en su frente

-Chūya no es idiota, él sabe que morirá si utiliza corrupción -habló Himuro -creo que es algo de lo que no debes preocuparte.

-Tú deberías dejar de actuar como idiota.

...

Chūya decidió ir por todo y atacar al monstruo, iba directo a darle una fuerte patada, pero no lo logró, Chūya había creído que su golpe lo había alcanzado, pero fue imposible, pues esa cosa, como él lo llamaba, se había vuelto de agua.

-Que rayos?

-Lo siento, pero mi amigo esta hecho de elemento tierra y agua, por lo que si vas a golpearlo, no me queda opción de cambiarlo.

-Que.. -Chūya no pudo protestar pues el tipo ese cada vez que hacía que el monstruo lo atacará, hacia que sus extremidades se volviera de rocas hechas de tierra. De no ser porque este era lento, y Chūya rápido, no podría esquivarlo.
En ese momento, miró hacia donde estaban Himuro y Dazai, se dio cuenta como la chica se acercaba al tipo que controlaba al monstruo.

Justo cuando Himuro estaba lo suficientemente cerca, activo su habilidad y cayó al suelo, el hombre que tenía a Oda, corrió hacia donde estaba Himuro y dejo al niño, luego regreso a su puesto.
Himuro se levantó y tomó al niño entre sus brazos -demasiado fácil- pensó y corrió hacia donde estaba el castaño. Dazai lo tomó y le dio un fuerte abrazo, pero el niño no despertaba. El castaño, puso dos dedos en el cuello del niño, buscando su pulso, se calmo en el momento que lo sintió.

Chūya sonrió ante esto, sabía que huir no era una opción. Debía acabar con esa cosa de inmediato.

A problem that can separate us?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora