CAPÍTULO XI

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Un golpe.
Un solo golpe bastaría para acabar con si vida.
Pero habían personas que no permitirían eso.

[Minutos antes...]

-Chūya no podrá soportarlo! -decía muy preocupado -debo tocarlo!

-Cálmate Dazai! -gritó Himuro

-Papá... que está haciendo mi papi?

-Oda, no se por qué estoy haciendo que veas esto -habló Dazai abrazando a su hijo, lo último que quería era que el pequeño viera como él dejaba morir a la persona que más quería.

-Dazai...

-Himuro, voy a pedirte un favor -hizo una mueca extraña para los ojos de Himuro.

-Qué estás pensando?

-Sólo así, podrás detener a Chūya...

-No te estoy entendiendo muy bien -Himuro estaba muy confundida, sabía que Dazai estaba pensando en algo.

-Roba mi habilidad...

-Qué?

-No tendremos contacto físico, así que podrás hacerlo -Dazai hablaba de una manera muy tranquila, pero el tono de su voz era diferente -Así Oda podrá curarme, y podré salvarte.

-Estas diciéndome que...

-Así es, robaras mi habilidad para que Oda me cure y tu robaras la habilidad de Chūya.

-Que tiene que ver con que tengas que salvarme!

-Tienes que robar mi habilidad y robar la de Chūya o la de ese tipo. Pero debes salvar a Chūya!

...

-Es obvio que prefiero robar la de Chūya! -dijo corriendo hacia donde el mafioso estaba luchando con aquel monstruo mientras Atsushi también corría a esa dirección -Habilidad: Robo...

-Estoy harto de jugar contigo! -dijo aquel hombre haciendo que el monstruo lanzará muchas rocas

En ese instante, Chūya dejo de moverse y las marcas de Corrupción desaparecieron de su cuerpo y como este se encontraba en el aire, comenzó a caer...

-Atsushi-kun! -gritó Himuro en el momento que regreso a su cuerpo.

Atsushi se apresuró, dio un gran salto y detuvo a Chūya antes de que tocara el suelo, obviamente inconsciente. -Eso estuvo cerca -soltó un suspiro de alivio.

-Bien, ahora debo regresarle la habilidad a Dazai -Himuro, no sólo podía robar las habilidades, si no que también podía regresarlas, aunque lo que siempre le molestó, es que cada vez que regresaba la habilidad, ella olvidaba que alguna vez la tuvo...

-Así que esto es lo que se siente... -dijo Himuro mirando sus manos -ésto es lo que se siente al tener un gran poder! Pero... por qué tengo la necesidad de usarlo?

A la vista de todos, y como Kunikida había dicho desde un principio, Himuro era un monstruo. El simple hecho de apoderarse de las habilidades ya era más que suficiente, pero ahora, ahora ella tenía a su poder Por la Tristeza Corrupta y eso incluía Corrupción

-Quiero usarla, quiero saber que se siente... -diciendo eso, las marcas de corrupción ahora comenzaron a aparecer en su cuerpo, perdiendo el conocimiento, comenzó a atacar a todos, lanzando bolas de gravitones comprimidos.

-Dazai-san que se supone que haremos! Himuro-san va a acabar con todos!

Dazai se dio cuenta que tenía a su poder de nuevo su habilidad al momento que el niño estaba un poco asustado porque su habilidad había dejado de curarlo, pero al menos habia podido curarlo lo suficiente como para ponerse de pie.
Atsushi llegó a donde ellos estaban y colocó a Chūya con sumo cuidado, el pequeño Oda, corrió y comenzó a curarle las heridas, Dazai se puso de pie y se sacudió la ropa.

-Bien, veamos que harás con ese poder Himuro...

Himuro habia perdido el control, pero estaba haciendo bien su trabajo, ella estaba a punto de destruir esa cosa, lanzaba las bombas de gravitones comprimidos hacia el monstruo una tras otra, sin darle tiempo a regenerarse o cambiar de elemento, pero también se estaba quedando sin energía, su cuerpo no soportaba tal poder, era una chica, su cuerpo obviamente era muy diferente al de Chūya, pero aun así no se detenía, sabía que moriría si no paraba, pero no le importaba, al menos salvo a la persona que más quería.
Perdiendo el control, comenzó a lanzar bombas aún más grandes, incluso una de esas cayó justo donde estaba Juls. Así es, Juls había sido exterminado accidentalmente, demasiado fácil para ser verdad, pero eso no era lo que necesitaban, debían detener a Himuro o destruiría la ciudad completamente.

-Bien, es suficiente, Atsushi-kun, cuida de Chūya y mi hijo, regreso en un momento.

-E-entendido. -respondió Atsushi nervioso.

Dazai comenzó a dirigirse hacia donde estaban Himuro, la cosa esa y el tipo que la controlaba. Sabía que si se quedaba parado no llegaría a tiempo para salvarla, es más, estaba pensando en ir más despacio, así ella moriría, tendría una molestia menos, pero ella había salvado al niño y a Chūya, no podía quedarse parado y ver como acababa la vida de Himuro. Comenzó a caminar con más rapidez, al menos, las bombas esas no le hacían daño, una gran ventaja.

A problem that can separate us?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora