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Seúl, 22 de Junio del 2012

- ¡Oh vamos YoonGi!, Sólo le tienes que echar un poco de esmalte a las uñas de mis pies. - Aseguro la castaña cruzando los brazos.

-No lo haré, hazlo tú. Son tus putos pies. - Replico mirando a su amiga desde el sofá, mientras ella estaba de pie en frente de él.

- La idea de tener un amigo gay, es que te ayude en este tipo de cosas. - Expreso frustrada ante la negativa de su amigo ayudarla a pintarle las uñas. YoonGi por otro lado, se guardo la retórica de decirle que ese había sido un comentario homofóbico. No quería lidiar con sus hormonas ofendidas -Y lo haría si no tuviera una gran barrigota que me impide llegar a mis ¡JODIDOS PIES!.

- ¿Acaso es mi culpa? - Pregunto ofendido. Aunque en parte si lo era, pero ella lo había obligado a llenarle su vientre de un engendro que llevaba sus genes en él. Incluso, si le agregaban la parte del coito, toda la situación fácilmente podía pasar por violación. Sin embargo, de nuevo, YoonGi sólo sonrió y se reservo su comentario - Y lo que acabas de decir es muy prejuicioso. No todos los gays, sentimos la necesidad insaciable hacer esas cosas raras que hacen todo el tiempo ustedes. —Escupió un poco irritado, sacando a colación uno de sus comentarios.

- ¡Jin lo haría si estuviera aquí!. - Se quejo sentándose rendida al lado del pelinegro. ¡Malditas Hormonas! Pensó el pelinegro

- Llámalo entonces y no me jodas el culo. - Soltó el pelinegro bostezando.

La castaña lo golpeo fuertemente en el brazo, haciendo que este soltará un sonoro "Auch".

- Por favor Yoonginie~. - dijo juntando sus manos en forma de suplica, mientras componía un exagerado puchero.

El chico rodó sus ojos y estiro su mano para que le diera el dichoso esmalte de uñas. Se sentó en el piso para sostener los pequeños e hinchados pies de su fastidiosa amiga.

- Que asco de pies. - Declaró agarrando con cierto asco los pies de la chica.

- Calla y pinta, esclavo. -Exigió moviendo rápido los deditos.

Él le respondió con una mueca, y la chica entre risas le saco la lengua. Se mantuvieron así por varias horas, mientras el blanquecino concentrado, pintaba cada una de las uñas de la chica. Por su parte Haneul no dejaba de parlotear sobre un drama, que había visto y que le gustaba muchísimo.

- ¡¡En serio amo Gentleman Dignity!!. - Exclamo emocionada.

- Tsk, no te muevas. - reclamo golpeando su tobillo.

- De verdad quiero un hombre como Kim Do Jin... ¡Mierda YoonGi!. - Este la miro asustado. - ¡Rápido dame tu mano!. - comenzó a pedir emocionada.

- ¿Para qué?, Me jodiste todo el rato para que pintara tus asquerosos pies ¿y ahora no me dejaras terminar?. - Respondió renuente, mientras miraba exasperado a la castaña.

Ella sólo chasqueo sus dientes y agarro la mano de YoonGi, para ponerlo en su abultada panza. Él la miro extrañado hasta que un ligero golpecitó da con su mano.

- ¿Lo sentiste?, dios se siente tan raro. - Hablo mientras el pelinegro asentía con una sonrisa. - Háblale. - demando mirando al chico.

- ¿Huh? No se me ocurre nada que decirle. - Explico a la castaña algo inseguro.

- Oh vamos, dile cualquier cosa. - dijo sacudiendo el hombro de su amigo.

El se acerco algo apenado, al hinchado estómago de Haneul. Con cierta duda sostuvo el vientre de la misma y con voz pausada comenzó a hablar.

Mi Querida Min Myeong.  [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora