Beginning

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Martes, 02 de marzo del 2012



Kyungsoo



Comenzó como un aviso en las noticias, decía que los terroristas habían atacado los Estados Unidos nuevamente. Solo que esta vez, con bombas biológicas. Miles de personas, en Washington*, estaban infectadas por el nuevo virus, que causo que todos los afectados cayeran, en cama, con fiebres absurdas. Los primeros murieron, aun con todo el tratamiento posible, en 48 horas.

En 96 horas, se dio otra noticia de otro ataque, humano, que llevo al colapso a algunas ciudades, con innumerables focos de incendio, fuerzas armadas movilizadas y pérdida gradual de la comunicación con referencia a las noticias atascadas de esa región.

144 horas después, toda el área alrededor de Maryland entro en Ley Marcial. De repente, todo lo que se habla era sobre ese maldito atentado terrorista, aunque la información del lugar se volviera, a cada hora, más escasa.

Para las personas como yo, que vivían a estados de distancia del lugar del ataque, restaba observar y continuar nuestras vidas. Como un buen rato frente a la computadora, al paso en el que en las noticias hablaban sobre los atentados, en internet, a todo momento aparecían cosas demasiado absurdas sobre ese colapso.

Pero, con el pasar de los días, una constante se formo entre los internautas cuyas ciudades habían sido afectadas: las personas estaban matando unas a otras a base de mordidas. Canibalismo. Y esos eran solo los relatos más sensatos.

Al poco tiempo esos internautas desaparecían de internet. Los que veían personalmente a los tales caníbales nunca volvían a estar online por más de uno o dos días. Algunos videos eran publicados y sumariamente cuestionados por los medios, que hacia cuestión de dejar en claro que los videos eran bromas de personas sobre un asunto tan serio.

Dos semanas después de la primera noticia sobre el bendito terrorismo, durante un reportaje en vivo de las victimas de los disturbios, los cuerpos -con muerte declarada y embosados en el transportes por lonas negras - comenzaron a moverse - Creyendo que habían cometidos errores médicos, los oficiales de salud abrieron las bolsas y... Fueron mordidos en televisión nacional.

El canal en cuestión cortó rápidamente la trasmisión, pero todo ya se había ido al infierno. Fue un caos. Aeropuertos llenos, carreteras, autopistas, autos por todos lados. Todos lo que pudieron salir del país y los que no pudieron, intentaron alejarse lo máximo posible de Maryland, pero ya era demasiado tarde.




Ni mi familia, ni la familia de mi novio consiguieron salir del país y ya estábamos lo más alejado que podíamos del foco de confusión solo por vivir en California. No es como si mis padres hubieran aceptado el hecho de que fuera gay tranquilamente, sin embargo, después de un tiempo, entendieron que no era un 'fase' o una 'rebeldía' y prefirieron apoyarme. Conocer a la persona con la que me relacionaba, entender mi punto de vista. Fueron los tutores más compresivos que podía pedir.

Sin embargo, con toda la pandemia, eventualmente, nos alcanzó. Así como alcanzó todo lo que quedaba de los Estados Unidos; que estado tras estado, adoptaba la Ley Marcial y en seguida, se volvía incomunicable.

A ese paso, perdimos contacto con mis abuelos tres días antes de ser declarado en mi ciudad, San Francisco, el primer caso de un infectado. Claro que a ese punto, la palabra "zombi" ya era una constate, a pesar de que muchos no lo creyeran.

Run Away [trad/kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora