Couch

436 87 30
                                    

  ► Jongin 



Un viento ligeramente frío venia de la puerta del frente de aquella quirúrgica, chocando contra nosotros dos y causando un leve escalofrió en mi piel, en contraste con el calor de su cuerpo, que presionaba con el mío desde que lo había prensado contra la estantería.

Lo primero que note con aquello fue que continuaba siendo indefenso, ya que había sido fácilmente vencido. Claro que solo note cuan equivocado estaba al pensar aquello cuando sentí que algo estaba siendo incómodamente apoyado contra mi costilla.

Me aleje ligeramente, para ver exactamente de qué se trataba aquello, encontrándome con una 28 con silenciador, siendo apuntada en un buen ángulo lo suficiente para que, si hubiera apretado el gatillo, la bala hiciese la parábola correcta para acertar en mis pulmones y mi corazón, en su trayecto. Sería un tiro letal. Mi cuchillo no haría ni cosquillas en él si no me hubiera reconocido.

Levanté el rostro, mirándolo con los ojos un poco abiertos.

Nunca le había dado un arma de fuego en sus manos, exactamente porque creía que él no tenía la habilidad y madurez para portarla. Creí que podría asustarse con facilidad y que terminaría disparando en el mal momento, pero allí estaba Kyungsoo, frío y consciente lo suficiente para tenerme perfectamente en la mira y aun así no disparar hasta estar seguro de que era una amenaza.

Era una madurez que raramente aparecía, aun en Iraq, con soldados veteranos.

Kyungsoo la bajo, sacando la mano del gatillo y volviendo a ponerle el seguro antes de colocarla en la funda que estaba sujeta entre su cadera y su muslo derecho. Fue fácil percibir que además de esa, aun había dos pistolas y un cuchillo de caza colgando en sus debidas fundas. Él estaba bien armado lo suficiente para exterminar a todo mi grupo, si nos hubiera tomado desprevenidos.

"Hay una cuchillo más en la cintura de mi pantalón." Él habló, después de ver que mis ojos rastreaban todas las armas que él utilizaba. Si estaba armado de esa forma, era porque no estaba solo. Debía formar parte de un gran grupo. Probablemente el grupo que dominaba esa ciudad, o algún otro muy bien armado.

"Tu..." Abrí la boca, intentando continuar con esa frase, pero al final de cuentas, todo lo que realmente pude hacer fue abrazarlo. No un abrazo cómodo, sino uno de aquellos en los que agarras a la persona con tanta fuerza que llegas a hacer que se quejen. "Estas vivo." Me sentía ridículo por sentir ganas de llorar por tenerlo al alcance de mi mano. ¡Kyungsoo estaba allí! ¡Estaba vivo!

Y el pequeño Do, que no había aumentado nada en altura, paso los brazos por mis hombros y aceptó el abrazo sin quejarse. Los dedos delicados pasaban por mi cabello como si él hubiera sentido tanta falta de mi como yo de él." Lo estoy..." Respondió, depositando una leve beso en el lado de izquierdo de mi rostro, donde estaba apoyado.

Cuando lo solté, lo que demoro por lo menos unos dos minutos, él se bajó de la punta de sus pies, con un rostro ligeramente colorado, no sabía si porque el abrazo había sido demasiado apretado o porque no era algo nuestro demostrar ese tipo de afecto, principalmente después de casi un año separados. "Te busque por todos lados... Te busque como un loco, por meses. Solo me detuve cuando no había más rastros que seguir. Creí que nunca más te vería de nuevo."

"No había forma de que me encontraras, Jongin. Estábamos a 250 kilómetros de donde me dejaste y hay un montón de ciudades por el camino. Podría haber estado en cualquier lugar." Y para una persona que no sabía encontrarse en un mapa ni aunque su vida dependiera de ello, el que supiera la que distancia en la estaba ese bar decía mucho. "Cambien intente buscarte... Pero cuando desperté, había pasado una semana desde que me habían sacado de allí y pasaron dos semanas más hasta que logre ponerme mejor. Nadie quiso gastar recursos para ir detrás de alguien que no iríamos a encontrar. Estaba seguro de que nunca más te iba a ver."

Run Away [trad/kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora