Why?

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Viernes, 5 de octubre



►Jongin



Pasar la noche al lado de Sehun y Luhan fue, desde el principio, incomodo. Yo había atrapado a los dos teniendo sexo y ellos definitivamente estaban en una relación desde antes del apocalipsis, por lo que tenían una de esas relaciones extremadamente intimas, donde uno siempre parecía saber lo que el otro está pensando solo con un intercambio de miradas. Sehun tenía un instinto absoluto de sobreprotección sobre el chino, que a pesar del ser el mayor, dejaba que su novio lo protegiera, aunque fuera obvio que él no era indefenso.

Luhan era bailarín cuando el mundo era gobernado por seres humanos sanos, por lo que tenía una condición física envidiable. Los músculos de sus piernas eran firmes y marcaban los jeans rotos que usaba. Sehun era modelo, pero entrenaba tiro con arco desde pequeño, entonces una de las mejores armas que ellos poseían era justamente un arco de caza. Silencioso y perfecto para matar sin llamar la atención más de lo necesario. Saber aquellas cosas solo me hizo pensar en que todas las personas débiles ya habían muerto. Los que sobraban definitivamente poseían algo que los diferenciaba de los demás. Desde una condición física envidiable, hasta un control de armas, estrategia o falta de misericordia. Aquellos dos pasaban la mayor parte del tiempo juntos, pero separados de grupos más grande, por lo que no dudaba, ni por un segundo, de que ellos fueran perfectamente letales, si eso quisieran. Y eso que había hablado poco con ellos.

Lo que no parecía el caso en ese momento, porque ambos se unieron a mí para buscar los antibióticos y hasta me cedieron un arma, diciendo que cuanto menos tuviésemos que preocuparnos con la vulnerabilidad del otro, mejor. Concordaba y termino siendo fácil conseguir lo que queríamos.

Al lado del cuarto en el que los había encontrado, un baño guardaba discretamente, una mina de oro. Independiente de quien vivió en esa casa, era obviamente un adicto. No de marihuana, cocaína o cualquier otra cosa ilegal, sino en ciertas prescripciones médicas. Desde tranquilizantes hasta fármacos que realmente no traían grandes reacciones psicológicas que justificaran su uso. Todo lo que yo podía afirmar era que el dueño de aquella lujosa residencia era un gran hipocondríaco; de aquellos que necesitaban creer estaban enfermos para que la vida tuviese algún sentido, porque, honestamente, creo que nunca había consumido ni la mitad de las sustancias que habían dentro de aquel ropero durante toda mi vida.

Tome la mochila casi vacía que tenía en mi espalda y comencé a meter todo dentro de ella, llenándola considerablemente con las drogas que allí habían. Sabía que no podría cargar con todo, por lo que le di más importancia a los antibióticos, anestésicos y analgésicos, de preferencia que tuviese antitérmicos en la composición. No era especialista en aquello, pero ya había pasado un tiempo en la enfermería del ejército y tuve que aprender lo básico.

"Pretendo compartir todo esto con ustedes cuando lleguemos al carro. No me gusta esta sensación de paz, porque siempre viene acompañado de un desastre en proporciones épicas." Hable y la pareja asintió mutuamente. Por sus expresiones, sabían exactamente lo que quería decir con aquello.

"Entonces, ¿dónde está tu pareja?" el más bajo de los dos, Luhan, indagó mirando por la ventana para estar seguro de que no estuviésemos siendo cercados por una horda de walkers sin que nos diéramos cuenta. Sería un desastre, aunque estuviésemos armados hasta los dientes.

"En una ciudad que está a casi tres horas de aquí, si no tenemos ningún problema en el camino. Lo deje dentro de un bar. Tranque todo lo que pude y solo me resta rezar porque todo este bien." respondí, descendiendo con prisa las escaleras que me llevarían a la cocina. Si había encontrado remedios, nada impedía que también hubiese una despensa llena. "¿y tú? ¿Están solos? ¿Cómo llegaron aquí?"

Run Away [trad/kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora