SETENTA

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[narrado]

El vuelo del Max acababa de llegar y la Janis estaba apunto de desmayarse.

O se desmayaba o salía hecha un peo.

-Voy a ir a comprarme un café. -dice la Janis dando pasos hacia atrás.

-Ah no no no... ya paso casi un año, tienes que ponerle cara. -dice el Dano plantándola donde estaba antes.

-¿Y si ya no le gusto? ¿Y si ahora prefiere a las italianas?

-Tai diciendo puras weas. -dice la Vale terminando de hacerse una trenza.

-Estoy segura que le sigues gustando.

-¿Y si él ya no me gusta?

Todas rodaron los ojos y miraron hacia donde estaba la wea por donde salían las maletas. Pasaron tal vez 10 minutos cuando aparecio gente.

-¿Esos de que vuelo son?

-Posiblemente del que viene de Brasil, miralos son todos negritos. -dice la Cona apuntando sobre el cristal.

Dejaron de mirar y se pusieron a hablar, justo cuando a la Janis se le ocurrió mirar lo primero que vio fue al Max arreglándose el pelo.

-Ahí esta. -susurra con cara de weona.

-Bajemos pa recibirlo.

Bajaron las escaleras llegando a la puerta de desembarque, la Janis se puso a dar saltitos entusiasmada queriendo ver al Max.

El Javier y el Dano agarraron a la Janis y la alzaron.

-¿Lo vei?

La Janis negó con la cabeza y luego soltó un chillido.

-¡Ya lo veo!

Los cabros bajaron a la Janis y se echaron hacia atrás pa salir de la pasada.

La Janis se paro junto a la Xime mientras que el Javo y el Dano llamaban a gritos al Max.

Cuando los culiaos salieron de la muchedumbre venían con el Max riéndose y la Janis pudo sentir como se le paraba el corazón.

El Max encontró los ojos azules de la Janis mirándolo y sonrió enamorado, nada había cambiado. Ninguno de los dos había perdido el amor que sentía por el otro.

Pero la Janis todavía estaba enojada así que camino rápido hacia el Max y le empezó a pegar en el pecho.

-Tonto weon, ¿qué wea te crei? Cabro conchetumare, te odio te odio te odio... he llorado más que la María Magdalena por tu culpa y por culpa de esa italiana culia que si me la encuentro le saco las mechas... -fue interrumpida por la estruendosa risa del Max.- ¿De qué wea te reí?

-De que si quiera hayai pensado que estaba con esa mina.

La Janis fruncio el ceño y se cruzo de brazos.

-Ti amo, Janis. -dice el Max en italiano.

-Si si si, yo también mi amo.

El Max se rió con más ganas y abrazo a la Janis.

-¿Quieres, por favor, perdonarme?

La Janis puso cara de estar pensandola y luego asintió con una sonrisa.

-Prometeme que no me vai a cagar con italianas.

-Te lo prometo, amor.

Te sigo amando, weon (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora