PUNTO ¿Y APARTE?Un año. Un par de meses. ¿Importa la cantidad?¿Cómo se cuenta? ¿Desde cuándo? ¿El primer beso? ¿La última mirada? Te gusté. Me gustaste. Me encontraste. Me dejé buscar.
Me escribiste. Charlamos. Te llamé. Nos juntamos.
Me miraste. Tus ojos brillan. Los míos arden.
Nos besamos. Nos descubrimos. Nos matamos. Nos resucitamos y nos volvimos a matar. Nos separamos. ¿Qué fuimos? ¿Fuimos?
Quizá amigos con exclusividad. O novios a puertas cerradas. Un poco de todo con mucho de nada.
Te quiero pero te odio. No quiero saber de vos, pero ojalá la casualidad piense distinto.
Desaparezco. Desapareces. Aparezco. Apareces. Y viceversa.
Me habla. Le sonrío al teléfono. Me encanta hablar con él. Me pierdo. Miro la pantalla. “¿Otra vez?”, pienso. Me hace mal. Odio hablar con él.
Te tengo. Te siento. Me tocás. Me quemo. A veces me gusta quemarme.
Tu amor no duele. ¿No duele? Si. No. Yo sueño. Él duerme. Lo pierdo. “No lo vuelvo a ver ni loca”. Caigo otra vez. Y al revés.
Reaparece. Me vuelve a encontrar. Se lo permito. Nunca dejó de gustarme. Lo sabe.
Aprendió la técnica. Buena jugada. Retrocedo un casillero.
Paz. Guerra. Risas. Llanto. Principio. Fin. ¿Y si volvemos a empezar? Confiamos. ¿Confiamos? Quiero, mucho. Lo intento. Pienso. Dudo. Temo.
Abro los ojos. Duele. Los cierro fuerte. Duele más. Me alejo un poco, hasta donde me pueda ver. ¿Me ves? Sigo acá.
Me mirás. Cada vez te cuesta más. Acorto la distancia. Te esforzás. Achinás los ojos. ¡Estoy acá! Casi ni me notás.
Me despido. Adelanto el final. “No vuelvas, -le suplico-, no puedo contra mí”. “Volvé, -me contradigo-, no voy a poder sin vos”. No quiero.
Me esfumo. A pasos rápidos. No me dejo dudar. Y te escucho. Me gritás, ¡ya puedo verte, no te vayas! A penas se siente. Ya está lejos.
Tu voz es como un eco. Retumba. Me retumba en el cuerpo y me hace vibrar. Muero de ganas.
“Te voy a extrañar”, le digo. Aunque ya no pueda escucharme.
Mis piernas tiemblan. Se revelan. Me hacen trastabillar. Mis pies se niegan. Quieren frenar. Dar la vuelta y correr. A vos. De nuevo. Ya saben el recorrido. Memorizaron el camino.
“¡Te quiero, lo sabes!”, insisto. Aunque ya no tenga sentido.
Pasó el tiempo.
Todavía te pienso. No te olvidé. ¿Te quiero olvidar? Quiero volver. ¿Para qué? Resisto. Resistir duele. El frío lastima. No siento el cuerpo. Éramos fuego. Todavía me gusta quemarme. Sos un vicio. ¿Me quiero curar?
A veces sé de vos. Muy poco. Casi nada. ¿Sabrás de mí? Acá estoy, por si te lo preguntás. Sigo adelante. Pasos cortos. Decididos. Ya no tengo dirección, voy inventando el camino.

ESTÁS LEYENDO
Sin ti
Genç Kurgu- No puedes pretender que voy a estar detrás de ti todo el tiempo James. Me cansé de ser tu segunda opción. No puedo estar con alguien que me compara todo el maldito tiempo con una ex la cual resultó ser una perra contigo. Y ahora resulta que te pid...