Epílogo

449 51 15
                                    

Cuando era chica me encantaba oír las historias de amor que me contaba mi abuela. Me habló sobre el valor, la confianza y el respeto que se tenía hacia cierta persona en una relación.
También me dijo que si un día una persona no era para ti, he la que dejarla ir. No por cobardía ni falta de amor, sino por el echo de no mendigar donde no lo hay.
Te dejo ir James. Te dejo libre de toda culpa que sientes hacia mí también. No quiero que sientas lástima ni rencor ni nada que en un futuro si nos llegaramos a encontrar por casualidades de la vida me lo recrimines en la cara.
Fue difícil tomar esta decisión, alejarme de lo que tanto quiero, duele. Pero también sé que todo tiene un límite.
Necesito encontrarme ami misma para luego continuar mi vida, quiero vivir de nuevo, no revivir. Quiero saber de todo lo que me perdí de la vida en estos seis meses juntos. Seis. ¿Te das cuenta? Medio año y tuviste el poder de destruirme como nunca nadie lo hizo. ¿Amor a primera vista? No lo sé. Pero me enamore perdidamente de vos.

Mereces ser feliz. Pero tu felicidad no es igual que la mía. No somos compatibles, somos muy diferentes, y por más que la gente piense que los opuestos se atraen, nosotros no lo hicimos. No encajamos. Ni nada.

No te tengo rencor, simplemente todo lo que sentí hacia ti en estos meses se durmió. O se fue. No puedo obligarte a quererme, como te lo dije muchas veces.
Necesitamos alejarnos, y es exactamente lo que estoy haciendo. Me voy del país. Al fin me ofrecieron el trabajo de mis sueños. Y aunque tendrías que saber cuál es, no sé si lo recuerdas porque cuando te hablaba, vos empezabas a contarme cosas de Natalie en todo momento.

Espero y encuentres todo lo que buscás en Natalie. Porque en mi, ya no hay más nada.

Ya lo di todo, sin recibir nada a cambio.

Y con esta carta me despido. Por favor, no me llames ni me busques...  Necesito tiempo. Quizá en algunos años nos volvamos a encontrar y hablaremos como amigos. "Como una vez lo fuimos."

Te quiero James.

                                          Lucía.

Eso es todo lo que dejó en la puerta de mi casa, una carta. Una miserable carta despidiéndose de mi. En ese momento la realidad me da un golpe.

La perdí.

Me gustaría pensar que no me duele tanto su partida. Pero la verdad es que estoy echo mierda, siento mis ojos rojos al imaginaria a ella escribiendo esta carta, con los labios temblorosos y con el pulso agitado.

Lo único que siento ahora es dolor, por lo que destrozó el departamento, estoy enojado por haber Sido tan idiota al pensar que Natalie me iba a brindar ese amor que tanto necesitaba. Pero no, deje ir a la persona de la que me enamore perdidamente por una idiotez mía.
Me apoyo contra la pared y poco a poco me voy sentando en el suelo, con las manos en la cabeza suspiro con fuerza para calmar mi llanto, maldita sea, esto no debió terminar así.
Busco desesperadamente el celular en mi bolsillo pero se que es inútil porque no me va a responder, aún si lo intento.

Al número al que usted está llamando, se encuentra fuera de servicio...

Ella se fue, se rindió, se canso de luchar por mí cuando lo único que le brinde fue llantos, inseguridades, un corazón roto y pocos momentos vividos pero hermosos. De nada sirve recordar. Ahora quedo yo así aguantando está agonía que me consume poco a poco.

Porque ya está. Me quede solo.

Espero poder encontrarla alguna vez y pedirle perdón por lo sucedido, fui tan egoísta que no medí las consecuencias. Pero ya ves, las cosas terminaron así. Y aunque nunca lo dije o no lo quise admitir lo digo en voz baja para mí.

Te amo Lucía.

——————————————————

Espero que les haya gustado la historia, abra capítulos extras sobre esta historia de Lucia y James.

¿Que les pareció la historia?
¿Le cambiarían algo?

Espero sus votos y comentarios.

Un beso.

Sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora