Sin ti

Capitulo 18

Una vez que se fue siento que puedo volver a respirar. El simple echo de haber conocido en esta situación a Natalie hizo que todas mis esperanzas con James se esfumaran por completo. ¿De verdad me trajo al lugar preferido de ella? ¿No podía simplemente llevarme a comer a un lugar de comidas rápidas o a comprar comida en otro lado? ¿Porque acá? Me siento ofendida, no puedo creer que aún estando conmigo me recuerde que siempre Natalie va a ser la primera en su vida. No puedo competir con sus fantasmas de el pasado si él no decide luchar por sí mismo. Estoy herida.

Trato de calmarme y alejar el escozor de mis ojos para no terminar lo poco bueno que queda de la noche, ya demore bastante tiempo aquí en el baño por lo que me miró en el espejo y trato de hacer una sonrisa forzada, aunque mis ojos ya estén vacios. Sin confianza.

Salgo de ahí y busco a James con la mirada, pero como no. Esta con ella, el está de espaldas por lo que no me ve, cuando me voy acercando Natalie me dedica una mirada maliciosa por lo que se me forma un nudo en el estómago ante lo que hace.

Esta besando a James.

Y el, no hace nada por separarla.

Al contrario, la aprieta de la cintura acercándola más a el.

Joder.

¿Es que a las mujeres nos van a gustar siempre los tipos complicados o con ex, psicópatas? ¿Hasta cuándo voy a aguantar toda esta chorrada de "te supero, pero no vuelvas porque eres mi debilidad" ?
Estoy cansada. Cansada de ser la segunda opción, cansada de estar ahí para el siempre, pero cuando ella aparece lo tira todo por la borda. ¿Sabes cómo me siento?

Humillada.

Creo que esa palabra va conmigo a todas partes. Antes era Lucas, que se acostó con la que un día fue mi amiga, y ahora James con su amor de toda la vida besándose frente a mis ojos.
Pareciera una eternidad el tiempo que están ahí juntos, pero lo cierto es que no llego al minuto de todo. Pero yo lo sentí así. Paso por su lado para que se den cuenta de que los vi y voy directo a la mesa para recoger mi bolso y sacar dinero de la cartera para dejar paga la comida y el postre que no voy a comer.

James viene ami a toda velocidad al darse cuenta que lo descubrí. Veo culpa en su mirada, pero ya no siento más nada. Estoy entumecida en mi dolor.

- Lucía...

Alzó mi mirada para observarlo y que siga hablando pero simplemente se queda mudo. A la mierda todo, del dolor pase a la ira.

- ¿Que es lo que quieres exactamente James? - Veo que se dió cuenta de la ira contenida por lo que abre sus ojos impresionados por la forma brusca en la que lo estoy hablando.

- Te quiero a ti.

Oh no, el no pudo haber dicho aquello.

— ¿A mí? ¿Estas conciente de lo que estás diciendo?

— Se que estas enojada y que podremos arreglarlo. Pero...

— Pero nada James. Estoy harta, no puedo estar así contigo, dijiste que habías cerrado ese capítulo en tu vida pero cada vez que esa maldita perra...

— No le digas así, no a ella.

— Oh, pues... Discúlpame entonces. No sabía que ahora había que tratar bien a su alteza. ¿Sabes que? Vete a la mierda.

— Joder no, esto no debía terminar así. Escuchame por favor, te prometo que luego te llevo a casa.

— Es que ese es el problema. Me cansé de escuchar mil historias de tu boca, sin embargo siempre vuelves a lo mismo. No te estoy obligando a nada. Pero no voy a aguantar mucho tus idioteces. Ah, y no hace falta que me lleves. Tengo pies para caminar, no necesito tu maldito auto para hacer las cosas por mi misma.

— ¿Tranquilízate vale?

Esa fue la gota que derramó al vaso, le dedique una mirada de asco, me di media vuelta y con la cabeza en alto salí del lugar.

Ya no más.

Una vez que vuelvo del trabajo, busco el sobre qué me dieron en la oficina para leer aquí en casa, no me quisieron decir de qué se trataba dicha carta, pero ver la cara de entusiasmo del director me desconcertó. ¿Me habrá despedido de mi empleo? No creo que sea eso. Es lo último que necesito ahora. No por favor.

Abro el sobre y suspiro. El trabajo siempre me despejó, la fotografía fue algo que siempre hice desde que era pequeña. El haber conseguido trabajar aquí me da muchas posibilidades a trabajar en muchos lugares. Como la carta que estoy leyendo ahora.

Estimada Lucía Rodríguez:

Me complace ofrecerle un puesto a tiempo completo con nuestra empresa como fotógrafa oficial en nuestra plataforma de primera línea. Por favor, preséntese aquí a las nueve de la mañana del día 17 de Agosto para el primer día de trabajo y orientación en la empresa. Si acepta nuestra oferta.

La empresa ofrece seguro médico, seguro de vida colectivo, incapacidad por corto y largo plazo, y dos semanas de vacaciones pagadas por año. Reunirá las condiciones para estos beneficios, según se detalla en nuestro manual de personal, a partir del tercer mes después de comenzar a trabajar con la empresa. Tal como discutimos, usted recibirá una bonificación de contratación de $20.000 en el tercer mes con la empresa.

Espero que tengamos una relación profesional mutuamente beneficiosa. De todos modos, éste es un puesto a voluntad. Usted tiene derecho a desvincularse de su empleo en cualquier momento, lo mismo que la empresa.

Si acepta esta oferta de empleo, por favor, firme una copia de esta carta y envíela dentro de los diez días. Espero que se una a nuestro personal.

Atentamente,

Charles Woman.

Presidente de Interprice línea de modelaje número uno del país.

Tengo una oportunidad en el trabajo soñado de cualquier fotógrafo profesional, la tengo en mis manos. A la espera de hacer la copia y firmarla para irme de aquí.

Irme.

Si un mes atrás me hubieran enviado esta carta la hubiera declinado amablemente por no dejar a James. Pero ahora ¿Que sentido tiene quedarme aquí para estar mendigando amor donde no lo hay?
¿Que tiene de especial ella? Me siento ridícula al pensar todo tipo de preguntas con respuestas obvias.
Tarde me di cuenta tarde de que lo mío con James era algo pasajero. Cuando pensé todo lo contrario.  Se que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, pero el echo de estar cometiendo errores con la misma persona siempre significa que no te quiere. Ser masoquista para mí gusto.

Aveces me gustaría ser un poco más fuerte. Actuar con indiferencia y no mostrar mi debilidad cuando me hieren de una manera u otra. Las personas tendemos a lastimar y luego disculparnos por el error cometido. Pero la pregunta es ¿Perdonamos de la nada, sabiendo que está contigo por despecho? O ¿Perdonamos a la persona solo para no quedarnos solos nosotros mismos?