Capítulo 8: Sentido de la vida

251 21 2
                                    


"Pobres almas en desgracia"

Pasaron tres semanas desde día y las cosas fueron de mal en peor, Retina no ah hablado o siquiera pronunciado una palabra aunque no espero que hable dado que tardo tan solo cinco días en terapia para salir del estado de shock en el que se encontraba, no la juzgo pero al que juzgo es a mi vecino, como puede andar por ahí feliz con la vida después de causar esta desgracia, como puede sentir alegría después de que esto ocurrió y sé que no tengo pruebas pero es el único con causa de hacer esto.

A pesar de el mutismo de Retina estoy seguro de que mejorara aunque apenas come y sale de su habitación, ya no pide que le lea cuentos de hadas a pesar de su adoración por pensar en que el mundo está lleno de oportunidades de él vivieron felices para siempre, ahora dudo que se cumplan esos sueños de niña no se llevaran a cabo, o al menos por lo pronto.

Con nadie eh comentado lo que paso pero en el hospital hicieron preguntas de como termine golpeado y por qué mi "hija" acabo asi y aunque no quedaron convencidos no hubo más opción que tratarla pero habiendo pasado tres semanas ella no parece recuperada en lo absoluto, me doy cuenta que solo abre la boca para comer mas no para saludar a nadie ni a mi dice un buenos días pero supongo que no la puedo culpar, nadie la puede culpar....

Esas semanas fue algo horrendo no solo por el trabajo, también en casa la situación no cambio dado que sin esa alegría o su pedir que leyera algo dejo de sentirse como mi hogar y empezó a parecer un confinamiento solitario e incómodo para ambos, no pudimos hablar nada y un buenos días lentamente se convirtió en una rutina de despertar y preparar el desayuno puesto que no me seguía más al hospital, no la juzgo dado que ni yo quiero ir más a trabajar.

Siendo fin de semana por la tarde decidí salir solo, nunca hago eso pero no soporto sentir esa actitud de rechazo no de ella, si no de mí, no quiero verme y sentir esta soledad y escuche de un bar no muy lejos de aquí, total si muero ella podrá irse a otro lugar a buscar el cariño que deje de ser capaz de ofrecerle por ahora aunque ya si pasa algo al menos se que a ella no le pasara nada.

Cerré la puerta para ver a mi vecino fumando fuera de su apartamento, esa expresión de depresión seguida por esos pequeños ojos de pez muerto son suficientes para saber que a otras personas les está yendo peor que a mí, no me interesa saber lo que le ocurre aunque fui a pedirle un cigarro aunque nunca eh fumado creo no es mala idea empezar ahora.

"Hey...colega, me compartes un cigarro?" Me siento humillado por la mirada asesina que poso sobre mí, no quiero verme rudo o algo, quiero un no por respuesta para que estas ansias de lastimarme se extingan y pueda regresar a sentirme miserable pero el con una mirada y ofreciendo su cajetilla me dio el sí, una aprobación casi diciendo ven a mi miseria, no merezco otra cosa más que ser tan miserable como sus ojos lo indican.

"Eres idiota verdad? Revise tus archivos médicos y no tienes problemas con el cigarro o con la bebida y el primer cigarro te va a saber asqueroso al igual que la primera botella de cerveza, quieres hablar de algo? O prefieres golpearme como la última vez?"

Puede que si sea algo idiota por hacer tan notoria mi expresión a una persona asi, bien dicen que los depresivos saben darse cuenta cuando otro esta igual pero quién demonios le dio mi expediente médico, meh no tengo ganas de indagar o llevarme más desagradables sorpresas con este hombre, solo quiero irme a fumar algo o a beber a ese bar.

"Idiota, si sientes culpa por lo de tu...cosa rara, si la deberías sentir, no la has cuidado bien y como su doctor, el de ambos, deberían ir a las citas que les indique o creías que este genio para la medicina no sabría de las cosas que pasan? La medicina va por cuenta de la casa pero a ambos los necesito a primera hora en la mañana, aunque con ella bastara, ya si te quieres matar me da igual aunque me darán más trabajo del que quiero".

No siento ningún deseo de escucharlo, de hecho no tengo deseos de escuchar a alguien regañarme por lo que haga o deje de hacer de mi vida por lo que metí las manos a los bolsillos para irme a embriagar yo solo y aunque puede que tenga razón no me interesa, quien es el para decirme que hacer o que no, aunque según mi papa la mejor forma de pensar claramente es ebrio pero desconozco si es cierto o no.

Pasada media hora de que llegue a ese deprimente bar empecé a ordenarla primera cerveza que tomaría yo solo en mi vida aunque no me gusta el aroma o su sabor pero por algo se inicia. Ese sabor tan amargo y el aroma tan asqueroso del lugar me dieron ganas de vomitar, no va ni una y ya me siento mareado pero sigo pensando en el recuerdo por lo que no creo funcione estar ebrio.

Seguí tomando hasta llegar a la quinta cerveza, ya no sabía tan mal y la cabeza me daba vueltas, en tan mal estado me encontré que imagine a Retina pidiéndome que le leyera un diccionario como cuento de hadas y hasta a aquel doctor divise, siempre tan amargado y siempre con un cigarro en su boca, yo solo me reia de las cosas absurdas que me decían, no entiendo porque los alucino aunque también estaba una niña sin brazos pero creo que si estoy algo ebrio.

A la mañana siguiente estaba en el hospital, en una camilla con Retina y el doctor junto a mi aunque se veían molestos la niña solo me abrazo aunque el medico se veía preocupado pero por mi parte solo se que me duele mucho la cabeza aunque es normal la resaca, lo que no es normal es yo estar esposado a la cama.

"Buen trabajo idiota, tienes una orden de arresto por maltrato, abuso sexual y mutilación de miembros, en pocas palabras tu chistesito le costó los brazos a una indigente, apláudanle al doctor pendejo!".

Cosa de doctores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora